Organizado, inteligente e impune
Acapulco el paraíso natural devastado tres veces en menos de un año
En Diamante zona de manglares ahora viviendas sus moradores claman auxilio por inundaciones
La falta de planeación y correcto desarrollo urbano, así como el desarrollismo que cada gobierno estatal y municipal han impulsado frenéticamente en Acapulco, genera caos urbano, sobrepoblación, cinturones sociales de miseria con trágicas consecuencias que todos terminamos pagando con el patrimonio familiar y otros con la vida.
Acapulco el paraíso tropical, en este mes de septiembre, ha sido inundado y desgajado en sus cerros por el huracán “John”, mientras que cinco meses antes en abril, fueron incendiados los árboles caídos por el huracán Otis del Parque Nacional El Veladero, antes, en octubre de 2023, hace casi un año, la selva fue arrasada por vientos de hasta 350 kilómetros por hora por el huracán Otis que destruyó infraestructura urbana, 250 mil viviendas, hoteles y 2 millones de árboles.
El huracán John, provocó deslaves de cerros impactados por Otis que arrancó la vegetación y tierra removida por construcciones y asentamientos irregulares y tolerados, principalmente.
John también inundó por 5 días consecutivos de lluvias intensas en Acapulco, 41 colonias de la zona Diamante, sus vialidades, unidades habitacionales y casas de precaristas que invadieron zonas de manglar con el cambio de uso de suelo que desde los gobiernos municipales en los años 90 ahí autorizaron para que sobre pantanos y cuerpos lagunares se construyeran miles de viviendas de interés social con financiamientos gubernamentales como el INFONAVIT.
Hoy, la naturaleza recupera sus espacios y el agua de ríos y canales pluviales desbordados ingresa a las colonias de la zona Diamante de Acapulco, donde antes hubo solo agua salobre, humedales.
De acuerdo con cálculos de la agencia calificadora Fitch Ratings, el huracán Otis categoría 5, dejó al menos pérdidas por 16 mil millones de dólares en solo cuatro horas ese 25 de octubre pero esa cifra solo se refiere a patrimonios particulares y negocios asegurados.
Los daños totales por Otis en Acapulco podrían rondar los 300 mil millones de pesos, sin embargo otra cifra ignorada es la destrucción de 2 millones de árboles en el Parque Nacional El Veladero y según especialistas se requiere reforestar con 4 millones de ejemplares para recuperar esos bosques, ¿cuáles serán los costos de los daños provocados por John?
Después de Otis, coincidentemente con los tiempos preelectorales locales, fueron orquestados incendios forestales en el Parque Nacional El Veladero con vigilancia a cargo del Ejército Mexicano y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas CONANP, sin embargo el Ayuntamiento de Acapulco entró a sofocar esos incendios forestales.
Pero el daño ambiental de Otis y las manos que provocaron múltiples incendios en El Veladero, han vulnerdo a Acapulco con menor resistencia a embates de huracanes como John que paralizó a Acapulco en estos cinco días de lluvia.
Acapulco que atrajo por sus montañas verde esmeralda, sus playas doradas, su selva, ríos y lagunas, todos querían disfrutar de esa belleza natural o ser parte de las cuadrillas de trabajadores de obras y turismo y así se fue poblando y urbanizando el puerto con casas a lado del arroyo, al pie del río, sobre zonas de manglar, bloqueando humedales, una práctica incluso tolerada y fomentada desde el gobierno.
Hoy Acapulco carece de árboles que sostengan las enormes rocas que quedaron al descubierto y sin la retención de las poderosas raíces que retienen el suelo, además de conducir el agua de lluvia a los mantos friáticos los acapulqueños somos más vulnerables a los desastres.
Decenas de familias han ganado terreno al río como es el de La Sabana o asentándose en zonas de alto riesgo e inundables y la creciente del río arrastra esas viviendas que originalmente tuvieron un aparente bajo costo.
En la zona Diamante del puerto en lugar de lagunas y manglares que refresquen el medio ambiente, sean incubadoras de pesquería y protejan al puerto de los huracanes, ahí hay ahora, conjuntos habitacionales como Luis Donando Colosio, las casas Ara, las Geo, etcétera, en un desenfrenado urbanismo que en su momento dejó ganancias a particulares y políticos.
El huracán Paulina categoría 4 registrado el 8 de octubre de 1997, la tormenta Ingrid y Manuel registrado el 13 de septiembre del 2013, el huracán Otis categoría 5 registrado el 24 octubre del 2023 y el huracán John categoría 3 del 24 de septiembre de 2024, son fenómenos que nos muestran cómo la naturaleza reclama sus espacios.
Los huracanes son necesarios para la vida, recargan de agua dulce, ríos, arroyos, los mantos acuíferos, la flora y fauna necesitan de agua, nosotros necesitamos agua en nuestra vida diaria, la milpa, los alimentos del campo.
El crecimiento anárquico, sin planeación, sin infraestructura, de saqueo a la naturaleza siempre traerá amargas consecuencias.
Quien vive en Acapulco debe tener un plan de protección civil familiar, saber en qué momento evacuar, porque invadir un humedal, rellenar un arroyo o río no es vivir, el agua siempre busca su cauce natural.