Teléfono rojo
¿Guadalupanos o coheteros en Acapulco?
Celebraciones decembrinas de alto riesgo con pirotecnia
La temporada navideña y Año Nuevo, así como las celebraciones a la Virgen de Guadalupe para pedir protección ante desastres naturales, salud, dinero, trabajo, familia y todo tipo de milagros son deseos auténticos que desafortunadamente en muchos casos incluyen la quema de pirotecnia que producen daños a la salud humana y animal y abonan al Cambio Climático al emitir gases de efecto invernadero por los químicos con los que se producen.
Los fuegos artificiales además de provocar daños incalculables a la fauna, también representa daños a nuestros animales de compañía como perros y gatos que sufren estrés extremo por el ruido, algunos incluso salen despavoridos de sus domicilios. En Acapulco medio millón de perros se encuentran en situación de calle según cálculos de la autoridad local.
En los últimos días, desde que iniciaron las famosas peregrinaciones guadalupanas, se ha incrementado el número de perros perdidos que son reportados en las paginas de Facebook al escaparse por las fuertes detonaciones que producen los cohetes.
La quema de cohetes o pirotecnia provocan un cóctel de contaminación del aire por los gases venenosos que liberan en la explosión como dióxidos de azufre, óxidos de nitrógeno, dióxidos de carbono, óxidos de cloro y perclorato de sodio.
Estos químicos al detonarse cerca de cuerpos de agua provoca la muerte de microorganismos y de la fauna acuática como ocurre en la famosa quema de pirotecnia en el primer minuto de cada año en la bahía de Acapulco de Guerrero, un atractivo y diversión nada amigable con el medio ambiente y fomentado por el gobierno y con millones de pesos de recursos públicos.
Los fuegos pirotécnicos mezclan neutralizantes, oxidantes y aglomerantes, además del perclorato de sodio, que dan propulsión al cohete, los metales pesados que aportan color y los aerosoles que producen la detonación.
Y es que, además estos compuestos liberan una lluvia de toxinas al suelo, aire, agua tanto en su producción como en la detonación.
Acapulco ha sido impactado por dos poderosos huracanes Otis en octubre de 2023 y John en septiembre pasado y la mejor forma de ayudar a la recuperación en este caso de Acapulco, es tratar de realizar actividades que impacten lo menos posible la tan vulnerada naturaleza del puerto.
Con los huracanes muchos de los animales silvestres, principalmente aves perecieron otros se desplazaron, muchos perros y gatos las principales mascotas de los acapulqueños quedaron en situación de calle otros siguen siendo buscados.
La quema de fuegos artificiales los afectan por lo que urge abandonar esas viejas, malas y nocivas prácticas que afectan nuestro entorno ambiental.
Según versiones de veterinarios se han registrado muertes de mascotas por estado de shock, las mascotas entran en un alto nivel de estrés que les provoca la muerte principalmente en felinos.
Italia es de los pocos países que tiene un cálculo de animales víctimas de la pirotecnia, contabilizando 5 mil muertes al año de animales silvestres y de compañía de estos mil 500 son perros y gatos a causa de la quema de cohetes o pirotecnia.
La iglesia católica por su parte, poco o es omisa ante sus fervientes seguidores para llamarlos a evitar quemar pólvora en los festejos guadalupanos y fiestas navideñas, tiempos en los que se incrementa la quema de los contaminantes fuegos artificiales.
La dependencia encargada de otorgar los permisos generales para la venta, consumo o almacenamiento de artificios pirotécnicos y material explosivo es la Secretaría de la Defensa Nacional a través de la Dirección General del Registro Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos y las direcciones y secretarías de Protección Civil y Bomberos se encargan de vigilar que no exista riesgo en los expendios, manipulación y quema de pirotecnia pero eso no siempre es eficiente.
La quema de cohetes y fuegos artificiales debe evitarse, regularse y en su caso prohibirse por seguridad y en beneficio del medio ambiente. Los legisladores ya deben asumir esta responsabilidad, en otros países se ha optado por la utilización de drones o iluminaciones espectaculares en lugar de fuegos artificiales realizados con químicos contaminantes.