
Teléfono rojo
Política electoral y libertad de expresión
El 30 de marzo iniciará la campaña electoral presidencial. Un mes después podremos dar crédito a las encuestas levantadas por empresas serias. Los tres debates organizados por el INE, serán definitivos para que los electores indecisos tomen posiciones: el voto “pensante”, la decisión tomada para votar por quien se considere el mejor de los candidatos, será a favor del abanderado de un partido, y no por la institución política.
Los debates durarán entre 90 y 120 minutos.
El primero será el 22 de abril en la Ciudad de México, y abordará temas sobre política y gobierno; corrupción y seguridad pública.
El segundo el 20 de mayo, en Tijuana. El comercio exterior, inversión y migración, serán los temas.
Y el tercero, en Mérida: economía y desarrollo.
Mientras tanto, en estos días, se manifiesta un “impasse” sólo interrumpido por la “guerra sucia”, tan natural en una actividad, como la política, que poco tiene de limpio.
Ricardo Anaya está en medio del vendaval, pues se presume que lavó dinero en un negocio inmobiliario en Querétaro. Los fuertes vientos, con rachas huracanadas, le hicieron perder puntos en los sondeos, y tal parece que José Antonio Meade está acortando la distancia que lo separa del panista candidato de la coalición Por México al frente, y hay encuestadoras (carente de prestigio y credibilidad) que aseguran que ya lo rebasó.
Habrá que esperar, como comentamos en los primero párrafos de este Hontanar, los primeros treinta días de campaña y cuando menos el primero de los tres debates para conceder crédito a sondeos de opinión, siempre y cuando sean encuestadoras prestigiadas quienes los levanten.
José Antonio Meade, tiende a crecer. Inició tarde la precampaña, y el partido que lo postuló, el PRI, “se hizo bolas en el arranque”, además de que carga con la impopularidad de Enrique Peña Nieto y la imposible de acendrar corrupción priísta.
El candidato del PRI, que no es priísta, tuvo que intervenir para hacer cambios en su equipo de campaña. Cinco “generales”, entre quienes se encuentra el guerrerense René Juárez Cisneros, plantearán estrategias viables para hacerlo un candidato más competitivo.
El candidato morenista, Andrés Manuel López Obrador, como en sus dos anteriores participaciones (2006 y 2012) inició con una amplia ventaja, pues él está en campaña permanente. Lo importante para el tabasqueño es conservar la ventaja, pues en las dos candidaturas anteriores fue alcanzado y superado por Felipe Calderón Hinojosa (PAN) y Enrique Peña Nieto (PRI).
AMLO no ha sido capaz de controlar a sus seguidores, violentos e irreverentes, quienes llegaron al extremo de anunciar la quema de libros de la autoría del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, por el hecho de que el autor de Conversación en la Catedral lo comparó con Nicolás Maduro, el nada democrático presidente de Venezuela que hizo pedazos la economía de su país y tiene a la mayoría de los venezolanos en la miseria.
Parece ser que la “quema de libros”, que nos recuerda a Hitler, por no escribir sobre Girolamo Savonarola, ya fue suspendida, pues mostraría el nivel de intolerancia de los militantes de Morena.
“Flaco favor” le hacen a López Obrador. Vivimos en una democracia, en donde nacionales y extranjeros tenemos el derecho de expresarnos con libertad, y Mario Vargas Llosa no puede ser la excepción.