Sin mucho ruido
La historia no miente
AMLO, desde su más reciente campaña política, que lo llevó a la presidencia luego de que un poco más de treinta millones de electores lo favorecieron con su voto, mostró que sería un mandatario problemático. Los hechos han dado la razón a quienes lo comentamos en nuestros textos periodísticos.
Estados Unidos, nuestro vecino del Norte, tiene como presidente a Donald Trump, un multimillonario metido a político sin tener la preparación que se requiere para ser el líder del país más poderoso del mundo.
Desde su campaña se manifestó como antimexicano. Construir un muro entre los dos países pagado por nuestro gobierno federal fue uno de sus proyectos torales. Está levantando la muralla, pero el costo de la obra es de ellos.
AMLO, ha permitido que miles de centroamericanos crucen la frontera sur con la intención de vivir “el sueño americano”. Esa omisión en el cumplimiento de las leyes migratorias mexicanas ha motivado a Trump, y el antimexicano está un punto de aplicar aranceles a los productos mexicanos, lo que afectaría enormemente a la economía mexicana.
Al escribir este Hontanar aún no finalizaba las negociaciones en Washington, pero no podemos ser optimistas, pues tanto los Estados Unidos como México, tienen como presidente a alguien no preparado para serlo.
Tanto Andrés Manuel López Obrador, como Donald Trump, cojean del mismo pie: no son estadistas e intentan cubrir esa carencia con un populismo anacrónico.
Ojalá que la crisis sea superada, y que las relaciones comerciales México-Estados Unidos vuelva a ser de gran beneficio para los dos países vecinos.
México es el principal socio comercial del país vecino del norte, muy por arriba de China, el gigante asiático. El poder económico de los Estados Unidos le ha manifestado, según los medios consultados, al presidente Trump, que la guerra comercial con México afectará en mucho a la economía de su país.
Posiblemente eso ayude a que las negociaciones en Waashington tengan un final feliz.
Por lo pronto, Andrés Manuel López Obrador debe frenar “la vía libre” de los inmigrantes centroamericanos.
El anuncio de que la Guardia Nacional (seis mil elementos) vigilará la frontera, es un indicio de que AMLO recapacitó. Al gigante del norte no hay que provocarlo. Sólo hay que revisar de México para ver de qué son capaces.
La historia miente.