Hoja verde
Imposible de calentar
En la pasada Guerra Fría, México fue un país de gran importancia para la Unión Soviética y para Estados Unidos, lasdos superpotencias que se disputaban el control mundial.
La guerra era fría, y sólo se podía calentar con la acción armada, incluyendo el uso del armamento nuclear que tanto Moscú como Washington tenían y siguen teniendo por centenas.
Estuvimos a punto de la guerra nuclear en varias ocasiones, pero la prudencia de los líderes de ambas potencias salvó a la humanidad.
Los presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría, culparon a la URSS de intervenir en el movimiento juvenil de 1968 y en la guerrilla de principios de la séptima década del siglo pasado, sin aportar prueba alguna.
El presidente que sucedió a Echeverría, José López Portillo, también un populista exacerbado, fue quien acabó con los movimientos subversivos que permanecieron después de la muerte de Lucio Cabañas como “guerrillas urbanas”, y pacificó al país amnistiando a los sobrevivientes y con la Reforma Política que dio paso a los diputados plurinominales en 1978, que dio representación en el Congreso a comunistas y socialistas.
Mijaíl Gorbachov con sus Glasnost y Perestroika, y Ronald Reagan y su proyecto “La guerra de las galaxias”, plan de defensa y ataque nuclear utilizando satélites y estaciones espaciales, pero sobre todo por la quiebra económica soviética producto de la manutención de sus países satélites, incluyendo a Cuba, hicieron el milagro de acabar con la Guerra Fría.
Consecuencia de la distensión yanqui-soviética, desapareció la URSS, cayó el muro de Berlín y se unificó Alemania; Rusia liberó a sus repúblicas asiáticas y los rusos volvieron al capitalismo que practicaron sus abuelos.
Empero, Vladimir Putin se hizo del poder en Rusia, poder que no está dispuesto a dejar. Cierto que hay elecciones periódicas y que él las gana holgadamente, lo que bien le aprendieron los gobiernos “de izquierda” en Sudamérica, pero ese tipo de elecciones se dieron en México con Porfirio Díaz, por lo que al héroe del 2 de abril se le considera un dictador. ¿Vladimir Putin es un dictador como lo fue Díaz hace más de una centuria?
Pues bien. Putin intervino en las elecciones presidenciales que llevaron al poder a Donald Trump, al intervenir los correos electrónicos de Hillary Clinton.
¿Por qué lo hizo?
Muy sencilla la respuesta: a los rusos les conviene que Estados Unidos sea gobernado por un ignorante rupestre como lo es Trump.
Máxime si estamos entrando a una nueva Guerra Fría, y escribo “estamos” pues México, lamentablemente, se verá afectado sobre manera, por ser un país limítrofe, como lo es Canadá.
Tan nos afecta, que hay quienes aseguran que Vladimir Putin está interviniendo en las campañas políticas previas a las elecciones presidenciales del próximo 1 de junio.
¿Y quién se dice que es el favorecido?
Andrés Manuel López Obrador, el candidato de Morena.
¿Por qué?
Por su populismo y antidemocracia desestabilizadora, capaz de cambiar a México de acuerdo a los intereses putinianos.
Ojalá todo sea un “se dice” sin fundamentos y que la nueva Guerra Fría sea un enorme glaciar imposible de calentar.