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CHILPANCINGO, Gro., 3 de abril de 2021.- Decenas de pobladores de Tulimán municipio de Huitzuco y de San Agustín Oapan de Tepecoacuilco llevaron a cabo el tradicional Viacrucis y la procesión de Viernes Santo, pese a la pandemia de Covid 19.
La Iglesia católica llamó a suspender todas las celebraciones consideradas durante la Semana Santa, a fin de evitar más contagios de coronavirus. Incluso, el gobierno del estado publicó en el Diario Oficial del Estado la prohibición de festejos masivos.
Sin embargo, ambas comunidades indígenas nahuas, ubicadas en la región Norte de Guerrero, escenificaron el camino de Jesucristo en su camino al Calvario, de acuerdo con la versión de la Iglesia católica.
En fotografías y videos difundidos en redes sociales, se aprecia que en la comunidad de San Agustín Oapan, municipio de Tepecoacuilco, decenas de personas participaron en la procesión, sin sana distancia ni uso de cubrebocas, como lo demandan las autoridades sanitarias.
En Tulimán, municipio de Huitzcuco, la situación es similar a la de sus vecinos de San Agustín. De esta comunidad popularmente conocida por su artesanía de barro, se difundieron imágenes donde se aprecian que decenas de personas, entre adultos, ancianos, jóvenes y niños participaron en la procesión sin cubrebocas ni sana distancia.
En una fotografía de la procesión celebrada en Tulimán, se observa a un párroco de la Iglesia católica que encabeza el recorrido, quien es una de las pocas personas que porta cubrebocas.
En el caso de Chilpancingo, algunos feligreses de la Iglesia católica pertenecientes al barrio de San Antonio también hicieron un Viacrucis simbólico, donde sí mantuvieron las medidas sanitarias para evitar contagios de Covid 19.
A inicios de febrero de este año, el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza dio a conocer que por segundo año, las actividades por la Semana Santa, como procesiones y Viacrucis quedaban suspendidas, debido al riesgo que representan las grandes concentraciones de personas.
Dijo que la diócesis decidió cancelar ceremonias religiosas multitudinarias y las actividades por la Semana Santa debían limitarse en transmisiones a través de los medios electrónicos y plataformas digitales.