Aprueban reformas a Ley de Mejora Regulatoria de Guerrero
ACAPULCO, Gro., 10 de abril de 2018.- Ante la vulnerabilidad que presentan los jornaleros agrícolas para ser víctimas de trata de personas, la diputada Julieta Fernández Márquez y la Fundación Ing. Rogelio Jaime Coria, impulsan el trabajo seguro de campesinos guerrerenses en Estados Unidos, la dignificación de la mano de obra de los mexicanos en el extranjero honra a la persona, dijo la legisladora.
“Como presidenta de la Comisión contra la Trata de Personas en la Cámara de Diputados sé que muchos mexicanos en los estados fronterizos o en Estados Unidos pasan muchas vejaciones, muchos abusos, porque la condición de indocumentados le da todo el poder al empleador para explotarlos y el ofrecimiento de esta Fundación es un proyecto conjunto con las autoridades de Estados Unidos que brinda la oportunidad a nuestros connacionales de mejorar sus condiciones de vida a través de un trabajo seguro y un pago justo”, agregó en un boletín.
Fernández Márquez explicó que estuvieron en las regiones de Tierra Caliente, Centro y Costa Chica recibiendo la documentación requerida y que la Fundación recluta al trabajador que cumpla con los requisitos y luego de pasar por un proceso de pasaporte mexicano y visado puedan irse con la certeza de un trabajo, con respeto a sus derechos por parte de las leyes estadounidenses y con la seguridad que regresarán con sus familias y “no vamos a despedazar a las familias como tradicionalmente ocurre con los indocumentados”.
Por su parte, Sara Jaime Alonso, presidenta de la Fundación Ing. Rogelio Jaime Coria, manifestó: “a mí me gustó mucho que una mexicana como la diputada Julieta estuviera preocupada por evitar lo mismo por lo que nosotros hemos trabajado desde hace 36 años; somos una organización sin interés político ni de lucro, aquí solo necesitan tener el deseo de trabajar y nosotros nos encargamos de todos los trámites y traslados”.
“Nos llevamos aproximadamente mil 200 solicitudes, de las que se hace una preselección, no podemos dar el 100 por ciento porque la entidad que da la visa de trabajo en Estados Unidos nos da permisos específicos y sus requerimientos son muy estrictos; cuando ya el trabajador es aceptado va cuidado desde el punto de origen hasta su lugar de trabajo que puede ser de ocho o 10 meses por año dependiendo del Estado donde los contraten, el programa dura tres años”, refirió
Agregó “nosotros además les enseñamos a ahorrar en una cuenta personal, el primer año el 10 por ciento de su sueldo, el segundo el 15 por ciento y el tercero el 20 por ciento, así ellos regresan con ahorros que van a invertir en su propio negocio nosotros los capacitamos para ello. También reforzamos el valor de la familia, por ello también monitoreamos a los integrantes que se quedan, desgraciadamente tenemos mucha disgregación familiar porque ellos están lejos de la casa, no permitimos eso porque constantemente los estamos monitoreando, tanto allá como acá en las comunidades”, finalizó Sara Jaime.