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ACAPULCO, Gro., 11 de agosto de 2021.- Durante décadas, Indonesia le pidió a las mujeres que querían ingresar a cualquiera de las ramas de su Ejército una prueba de virginidad que consistía en un examen con varios dedos para comprobar si el himen estaba intacto, si esta fallaba la aspirante era rechazada y significaba el fin de una posible carrera militar.
De acuerdo con El Universal, en algunos casos el requisito se aplicaba hasta a las prometidas de oficiales que debían pasar por el mismo proceso antes de casarse y demostrar que la delgada membrana adherida a la pared vaginal estaba intacta.
El test formaba parte de un análisis médico más amplío al que se somete a todos los candidatos y que tiene la intención de comprobar la salud del recluta, sin embargo, el examen ginecológico es sólo para las mujeres, algo que durante años las organizaciones de derechos humanos denunciaron por ser abusivo y discriminatorio.
“Las ‘pruebas de virginidad’ son una forma de violencia de género y es una práctica ampliamente desacreditada”, explica Andreas Hasorno, investigador de Human Rights Watch en Indonesia.
“La prueba incluye la práctica invasiva de insertar dos dedos en la vagina para, supuestamente, evaluar si la mujer ha tenido relaciones sexuales anteriormente”, dice.
Muchas mujeres que hablaron con la organización dedicada a la defensa de los derechos humanos afirmaron que era un procedimiento doloroso.
En noviembre de 2014, la Organización Mundial de la Salud (OMS), determinó que esta prueba “no tiene validez científica” y la calificaron como retrógrada a pesar de que aún son comunes en una veintena de países del mundo.
Fin de las pruebas
Los expertos en salud reproductiva afirman que la condición del himen no tiene ninguna relación con el estado de la virginidad; para la comunidad científica la virginidad ni siquiera es un término médico.
El jefe del Ejército de Indonesia, Andika Perkasa, anunció el fin de este tipo de examen a las mujeres que se incorporen a las filas de las fuerzas armadas.
“Ya no será necesario. El objetivo del proceso de selección es verificar la salud”, manifestó, antes de resaltar que esta prueba es irrelevante para un procedimiento para alistar militares.
A partir de ahora, los candidatos sólo deben ser evaluados por su capacidad para participar en entrenamiento físico y si están en forma para hacerlo.
“El comando del ejército está haciendo lo correcto. Ahora es responsabilidad de los comandantes territoriales y de batallón seguir las órdenes y reconocer la naturaleza no científica y abusiva de esta práctica”, le dijo Hasorno a BBC Mundo.
“El aumento de la presión también debe centrarse en los principales comandantes de la marina y la fuerza aérea para seguir el ejemplo del ejército y poner fin a esta práctica”, añadió a través de un correo electrónico.
No está claro si el anuncio afecta sólo al Ejército de Tierra o también a otras ramas de las Fuerzas Armadas del país asiático, pero se espera que las dudas se despejen en las próximas semanas.