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CHILPANCINGO, Gro., 28 de febrero.- Luego de anunciar que en breve se iniciará la instalación de parquímetros en algunas de las principales avenidas de la ciudad, el subdirector de Tránsito y Vialidad del gobierno municipal, Juan Carlos Robledo Saldaña, señaló que continuará la restricción de áreas de estacionamiento, ya que se debe garantizar fluidez vial en las horas pico, debido a que el encauzamiento del río Huacapa, que es una arteria alterna, aún está en etapa de reconstrucción en algunos puntos.
El funcionario hizo referencia a la reciente protesta de un grupo de comerciantes de la avenida Insurgentes, en el área donde se ubica el mercado Baltazar R. Leyva Mancilla, y dijo que luego de sostener un diálogo se determinaron algunas medidas para desahogar la circulación. Sobre el tema, abundó en el sentido de que está en proceso de construcción un estacionamiento particular de tres niveles en esa zona, lo que permitirá resolver esa problemática.
Robledo Saldaña demandó la cooperación de todos para mejorar la circulación, ya que hace 13 años el parque vehicular ascendía a 25 mil vehículos, en tanto que actualmente suman más de 90 mil, incluyendo a particulares locales y foráneos, así como particulares y de transporte público en todas sus modalidades.
También señaló que otra problemática que se enfrenta es la proliferación de vehículos abandonados, pues apenas en cuatro meses se han retirado más de 150, que eventualmente podrían ser rematados como chatarra de no aparecer sus propietarios en un plazo perentorio. Incluso calculó que en toda la zona urbana, podría haber más de mil 500 unidades abandonadas, que se han convertido en un riesgo, ya que son refugio de malvivientes y lugares propicios para la proliferación de fauna nociva.
Respecto al destino de esta chatarra vehicular, Robledo Saldaña explicó que se realiza un procedimiento jurídico-administrativo a través de la Secretaría General del ayuntamiento, en el que se somete a consideración tanto del cabildo como del Congreso Local, la solicitud para ponerlos en venta, por el tiempo tan prolongado de su permanencia ya que el monto de pisaje en el corralón rebasa por mucho su costo.
“El procedimiento es ofertarlos a una empresa, a los propietarios se les notifica que su vehículo va a ser rematado y en caso contrario de no hacer nada por el vehículo, se vende”, expuso el responsable del tránsito vehicular capitalino.
Precisó que estima que en la ciudad, habría entre mil a mil 500 vehículos abandonados, por lo que el actual corralón municipal, resultaría insuficiente para albergarlos, debido a ello se analiza la posibilidad de rentar otro terreno en donde se deposite dicha chatarra.