Firma Congreso de Guerrero convenio para diplomado en justicia electoral
TOLUCA, Edomex., 24 de abril de 2017.- Pese al fallo del Tribunal Federal Electoral que le revocó la candidatura, Isidro Pastor sigue en campaña. Sí, campaña mediática lanzada desde la propia sede del Instituto Electoral del Estado de México, que tomó por asalto para iniciar su huelga de hambre en demanda de que se le restituya la nominación.
También tiene casa de campaña. Y no sólo una. Media docena. Ahí cohabita, ahí hace la estrategia, ahí hace su defensa legal, ahí presiona, ahí ve cómo sus oponentes le aventajan por casi 20 días de recorrido.
“No me preocupa. Ellos son los políticos tradicionales que presionan a sus bases para que llenen plazas, ellos son los que son mercaderes de la política con la entrega de despensas, dádivas, lucran con la pobreza y necesidad de la gente”, dice.
Isidro no está solo en esta lucha. También trae equipo de campaña, ancianos, jóvenes, mujeres que le acompañan a diario para ver su estado de salud. El búnker de guerra de Isidro Pastor es mediano. Quizá para dos personas. Es verde olivo, parece de la marca Coleman. En torno a él, otras tantas le arropan.
“Yo no necesito de grandes concentraciones, ni tapizar de espectaculares todas las carreteras. Yo he recorrido el estado cientos de veces. Lo conozco palmo a palmo. Y la gente me conoce. Sé sus necesidades: agua, seguridad, empleo”, acusa.
Político de la vieja guardia, experimentado, con madera, indiscutiblemente el hombre de calvicie no pierde su sonrisa.
Abandona su casa de campaña. Sale y pide la báscula. Se descalza de las pantuflas y monta en ella. El aparato registra 86 kilos de los más de 90 que tenía antes del inicio de su huelga de hambre. Asegura no tener descompensación alguna, sólo leves mareos. Su glucosa y ritmo cardiaco están estables.
La nota en Quadratín Edomex.