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PACHUCA, Hgo., 2 de febrero de 2017.- En menos de una década, las disputas agrarias, la rivalidad entre indígenas y policías, y los conflictos religiosos, han sangrado al Valle del Mezquital, donde se concentra un peligroso coctel de pobreza, cacicazgo, desigualdad y abusos, que repetidamente ha incendiado ésta de por sí calurosa zona, ubicada a unos 100 kilómetros de la ciudad de Pachuca.
El pasado 5 de enero, el olor a pólvora envolvió el ambiente una vez más, la carpeta asfáltica de la México-Laredo se tiñó de rojo; el Ixmiquilpan Bronco ardió y a su pasó consumió lo que antes era un cuartel de la Policía Federal, dos autobuses de pasajeros, un camión blindado de la policía estatal de los llamados “rinocerontes” y dos patrullas; ahora completamente calcinados estos vehículos adornan camellones y el acotamiento de esa vía federal, a manera de quizá de advertencia, pero también como recordatorio de aquel cruento enfrentamiento en el que murieron dos civiles, y otros 15 resultaron heridos.
En la última década, los enfrentamientos en el Valle del Mezquital se recrudecieron dejando muerte, heridos y muchos detenidos. Las cifras oficiales desde 2008, hablan de al menos 30 heridos, y seis muertos en diversos choques, todos en el municipio de Ixmiquilpan.
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