Antes de vacaciones, reparo de vías en Puerto Marqués: Sectur Guerrero
ACAPULCO, Gro., 22 de mayo de 2016.- El ex secretario de Seguridad Pública de Acapulco, Alfredo Álvarez Valenzuela aseguró al periódico Reforma que la policía de este puerto es el brazo armado del crimen.
Álvarez Valenzuela se encargó de la policía de este balneario turístico, del 6 de diciembre de 2013 al 10 de mayo de 2015, designado por el entonces Comisionado Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón y Kalb, para limpiar la policía local.
De acuerdo con la entrevista, publicada este día en la primera plana del diario de circulación nacional, el ex secretario durante el gobierno del alcalde de Movimiento Ciudadano, Luis Walton Aburto alertó que “la Policía Municipal (de este puerto) no trabaja para la delincuencia organizada: la Policía Municipal es la delincuencia organizada”.
Indicó que desde el principio de su gestión recibió amenazas del Cártel Independiente de Acapulco (CIDA) y de los propios agentes bajo su mando. Pese a ello, comenzó por primera vez, después de más de ocho años, el proceso de evaluación y certificación de los policías.
Al tiempo en que creaba un grupo policial certificado, los municipales pararon labores para exigir su renuncia. Durante este periodo, fue cuando redujeron los delitos en Acapulco, afirma.
“Eres muy necio, eres muy terco, eres muy recto… te van a matar”, le advirtió su esposa a Alfredo Álvarez el 11 de septiembre de 2013, antes de asumir el cargo en la Secretaría de Seguridad Pública de Acapulco. Tenía casi 30 años en la Policia Federal y en la Marina Armada de México, además de dos ingenierías y una maestría.
“¿Vas a aceptar?”, insistió su esposa.
“El doctor (Manuel) Mondragón me está mandando a Acapulco. No puedo negarme”, dijo Álvarez Valenzuela antes de ver a su hija de dos años por última vez.
A las 3 de la madrugada salió de una zona habitacional de marinos de la colonia Prados Coapa de la Ciudad de México a Acapulco, donde rindió protesta el 6 de diciembre de 2013.
“Encuentro una policía corrupta, una policía muy descuidada, con malas prácticas, con mandos no confiables”, alertó el entonces secretario de Seguridad.
En ese entonces, el Ejército Mexicano desarmó a los policías paristas cuando se documentó que traían armas en el paro y cometían atracos.
Por su parte, el Centro de Evaluación y Control de Confianza de la PGR acreditó la poca fiabilidad en los policías.
“En el año 2014 se aplicaron evaluaciones de control de confianza a 948 policías (…) se informa que de los policías antes señalados, 328 resultaron aprobados y 620 no aprobados”, dice el oficio SJAI/DGAJ/04167/2015, obtenido vía transparencia.
El CIDA amenazó a su esposa por teléfono y los municipales pararon labores durante meses.
Ernesto Aguirre, sobrino y asesor del entonces gobernador perredista de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, y el entonces secretario de Seguridad Pública estatal, Leonardo Vázquez Pérez, pactaron su renuncia con los policías opositores el 10 de mayo de 2014.
Alfredo Álvarez aseguró que cuando dejó el cargo, el estado lo acusó para encarcelarlo por haber exhibido que los policías eran criminales.
“Siento que pisé intereses del estado al poner orden en Acapulco”, expresó.
El ex mando fue encarcelado por la presunta desaparición de una persona de la que la Fiscalía no conocía ni su identidad, ni su domicilio.
“Le marqué a Iñaki Blanco (entonces fiscal) y le digo ‘oye, de qué se trata esto’, y me dice Iñaki: ‘te recomiendo que te consigas un buen abogado, porque vamos con todo contra ti’, ‘¿por qué, Iñaki?’, ‘órdenes del gobernador, de Ángel Aguirre’ “, recordó.
Al final, las acusaciones no se sostuvieron, según la boleta 106/2014-1 del penal de Guerrero y salió libre el 30 de julio, tras seis días de estar preso.
“Las pruebas que había en mi contra era un peritaje que había hecho la Procuraduría del Estado de Guerrero en donde habían buscado al indigente cinco meses después, de las cuatro de la tarde a las 6 de la tarde en Caleta y que no lo habían encontrado”, señaló.
“Me querían en el penal para matarme, y gente como yo no vive mucho, pero mi destino era salir del penal y ahorita no tenga nada, no soy nadie, pero puedo hablar, tengo que contar qué pasó”, puntualizó Álvarez Valenzuela.