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ACAPULCO, Gro., 20 de noviembre de 2022.- El arzobispo del puerto Leopoldo González González dijo que son los momentos de paz y las treguas durante la violencia, los que propiciaron tener acuerdos y crear instituciones para cuidar, regular y orientar el vivir de la nación hacia el desarrollo integral de todos los ciudadanos.
Convocó a reflexionar la lección que dejó la historia ante el 112 aniversario de la Revolución Mexicana, en la lectura de su mensaje a los feligreses este domingo, en el que subrayó que “la violencia no construye el bien de los pueblos” y pidió celebrar el 20 de Noviembre siendo artesanos de paz.
Pidió esforzarse para escuchar a quien piensa diferente y expresar una postura de manera respetuosa y que sea ésta una actitud ordinaria en el hogar, en el barrio, en los grupos y comunidades. “Así podremos superar nuestros desacuerdos y conflictos uniendo lo más valioso de una y otra postura”, dijo.
Mencionó que los obispos de México expresaron en un mensaje conjunto de que los tiempos actuales son complejos y desafiantes. “Nos preocupan, entre otras cosas, la pobreza creciente y la destrucción del medio ambiente; la inseguridad y la violencia; el narcotráfico y la drogadicción; las extorsiones y los secuestros; los feminicidios y los miles de desaparecidos; los desplazamientos forzados de tantos migrantes, quienes buscando una vida mejor, atraviesan el territorio nacional convertidos, tristemente, en mercancía humana; las amenazas a la democracia, la libertad religiosa y de expresión; la polarización ante las diversas propuestas políticas, alimentada, muchas veces, por quienes deben promover la unidad para el bien del país”.
Reconoció a las instituciones que han ido surgiendo a partir de la Revolución para regular la vida en el país y poner bases más firmes de justicia social y democracia.
“Los obispos de México percibimos que la inmensa mayoría de los mexicanos sueña y está dispuesta a construir una sociedad en la que todos podamos sentarnos en armonía en la mesa común, donde nadie tenga que comer las «migajas que caen de la mesa» (Mateo 15,27), sino que como hermanos nos demos la mano para encontrar caminos nuevos en las relaciones sociales, políticas y económicas, que nos lleven a construir una patria mejor para todos”, subrayó.
Añadió que muchas tareas necesarias para construir la paz quedan fuera del alcance de las personas, por lo que deberán asumirlas quienes tienen tal responsabilidad.
“Desde niños aprendimos que el gobierno es quien puede hacer uso de la fuerza armada, quien pone leyes y quien cobra impuestos para el bien común, quien imparte justicia conforme a verdad y derecho, cuida de quien ha sido víctima, y da la oportunidad de readaptarse a quien cometió un crimen o delito. Todo esto es grave responsabilidad de quienes nos gobiernan”, expuso.