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ACAPULCO, Gro., 8 de septiembre de 2017.- El catedrático de la Universidad de Georgetown John Bailey y la integrante del Consejo Asesor de la ONU Lucía Dammert coincidieron en que es posible disminuir la criminalidad en Acapulco como ocurrió en Medellín o Bogotá en Colombia, pero que esto sería a mediano o largo plazo y bajo varios factores, como un pacto político.
En conferencia de prensa en un hotel de la Costera, la experta en seguridad ciudadana urgió a las autoridades a contar con una policía confiable y certificada, y enfrentar al crimen cotidiano como el pandillaje y las extorsiones, que provocan que la gente tema salir a las calles por la violencia, ya que aseguró que esta problemática que se vive en Acapulco es “la tormenta perfecta, porque todo lo que podía fallar, está fallando”.
Consideró que “el Estado es el responsable de la seguridad de las personas” y por ello un lugar donde no tiene una policía confiable y certificada que cumpla con sus funciones establecidas, causa lo contrario a la norma de la convivencia, en el sentido de que la justicia no funcione y que la gente tenga miedo de denunciar porque “uno es la víctima”.
Lucía Dammert dijo que la forma de enfrentar la delincuencia no es con una retórica de muerto o fortaleza para desvanecerla y como ejemplo expuso el caso de Medellín, Colombia, la cual en su momento fue calificada como la ciudad más violenta del mundo, pero que realizó estrategias de seguridad para combatir la violencia, “hay que copiar algunos elementos que son relevantes para enfrentar el crimen, pero no estamos hablando del crimen organizado, sino las extorsiones, el crimen cotidiano, el pandillaje, aquello que hace que los ciudadanos no quieran salir a las calles”.
Asimismo aseguró que es necesario reformar políticas para reforzar los financiamientos de campañas y sean legítimos, para que el dinero de las campañas no sea venga de nada “sucio”, ya que mientras más “incentivos existan para funcionar en lo oscuro, el ciudadano terminando pagando más, todas esas cosas van generando una sociedad que ve de una forma distintas, sin embargo en muchos países dónde ha ocurrido cosas similares, son los escándalos que terminan movilizando a la población”.
Por su parte, el especialista en temas de seguridad binacional México-Estados Unidos señaló que sí era posible disminuir y controlar “hasta cierto punto” el crimen común y organizado, pero que sin duda se tiene que empezar a decirle a la ciudadanía cuáles son los fenómenos, cómo funcionan y con qué equipo de conocimiento pueden empezar a proponer.
Expresó que lo más positivo es que “existiera un pacto político entre los niveles de gobierno para hacer frente a ciertos aspectos de la criminalidad” y puntualizó que “es un sendero muy largo y sus resultados serán a mediano o largo plazo, pero hay que empujar”.
Criticó que en el país “una reforma para las instituciones toma décadas para implementarla y llegar a una conclusión”, caso contrario a Medellín, donde se da una continuidad de políticas públicas, ante lo cual remarcó que lo más importante es que haya un compromiso entre partidos o gobiernos para dar una continuidad a las reformas aplicadas.
“Ya que ha llegado la reelección debemos ver que haya más posibilidades (de la continuidad con las políticas públicas) de un gobierno a otro, cuando haya reelección de un presidente municipal o un legislador o un político público. Eso será un paso positivo”, apuntó.
Posteriormente, ambos exponentes participaron en el foro internacional Seguridad Ciudadana, ¿es posible vencer la criminalidad?, en un restaurante de la Costera convocado por el diputado Ricardo Mejía Berdeja donde estuvieron presentes la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, Magdalena Camacho Díaz; el coordinador estatal de Movimiento Ciudadano en Guerrero, Luis Walton Aburto; así como diputados locales de diferentes fracciones, asociaciones civiles y ciudadanos.