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HELIODORO CASTILLO, Gro., 30 de agosto de 2023.- La ayuda humanitaria llegó al poblado El Nuevo Caracol de este municipio de la Sierra del estado, después de un viaje de casi seis horas desde Chilpancingo.
Como informó Quadratín Guerrero, la caravana partió el martes y la encabezó el sacerdote y coordinador del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello, Filiberto Velázquez Florencio, quien el pasado domingo denunció ataques con drones y bombas en su comunidad.
El viaje se prolongó hasta las 14 horas, debido a las condiciones y precauciones por la inseguridad que se deben tomar al pasar por Teloloapan y Apaxtla, además de una inspección de los guardias de seguridad en la presa hidroeléctrica Ingeniero Carlos Ramírez Ulloa de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La ayuda que el Centro de Derechos Humanos Minerva Bello brindó a los habitantes de El Nuevo Caracol, consistió en productos de la canasta básica como: arroz, frijol, avena, leche, azúcar, harina, huevo, además de cobijas y ropa.
Los habitantes carecen de estos productos de la canasta básica y de otros servicios como transporte, luz, agua, medicinas y tampoco hay clases desde mayo, cuando se intensificaron los ataques presuntamente por parte del grupo delictivo La Familia Michoacana, a través de bombas explosivas con drones y disparos hacia la población desde los cerros.
Al poblado El Nuevo Caracol, el cual fue reubicado en la década de 1980 tras construirse la presa hidroeléctrica de la CFE, nadie puede ingresar; dos urvans y un taxi que brindaban el servicio de transporte público hacia Apaxtla dejaron de trabajar desde diciembre, porque los choferes fueron golpeados y amenazados.
Los camiones repartidores de productos de abarrotes también dejaron de ir, por lo cual los pobladores deben acudir a comprar a la cabecera municipal, Tlacotepec, en un viaje de más de tres horas al sur, en caminos de terracería.
El coordinador del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello, el sacerdote Filiberto Velázquez organizó la caravana de ayuda humanitaria e invitó a periodistas y visitadores de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG) para documentar los ataques.
El padre Filiberto Velázquez ofició una misa en la comunidad, la cual consideró necesaria para dar fe y confianza a los habitantes mientras esperan la llegada y ayuda de las autoridades.