Respaldan diputadas estrategia de promoción turística de Evelyn Salgado
ACAPULCO, Gro., 9 de marzo de 2018.- El candidato presidencial de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya Cortés insistió al gobierno federal a que saque las manos del proceso electoral y consideró grave y como “una burla” lo que hace la PGR, al filtrar videos y boletines de prensa, siendo parte de la guerra sucia del PRI.
En entrevista después de participar en la 81 Convención Bancaria en Acapulco, el panista aseguró que todo el seguimiento que hay en su contra por parte de la PGR, es para que no participe en la contienda electoral, “lo que pasa es que les estorbo al sistema, a los corruptos, y por eso me quieren sacar, eso no va a suceder y vamos a ganar la elección presidencial”.
Reiteró que el gobierno federal no quiere que participe porque el candidato por Morena Andrés Manuel López Obrador ya ofreció perdonar al presidente Enrique Peña Nieto por las faltas que hubiera cometido. Afirmó que de ser presidente habrá una Fiscalía autónoma y se investigarán todos los actos de corrupción desde el más alto nivel, donde se incluye a Peña Nieto.
En contraparte, dijo también que dará seguimiento a las reformas estructurales que impulsa Peña Nieto, ya que “sería un error garrafal dar marcha atrás”.
Durante su ponencia en la 81 Convención Bancaria realizada en el puerto, el candidato presentó seis retos de campaña que cumpliría de llegar a la Presidencia, los cuales son: combate a la corrupción, combate a la pobreza y desigualdad, crecimiento económico, recuperar la paz y la tranquilidad, replantear el papel de México en el mundo y un Estado de derecho donde se cumpla la ley.
Asimismo, sin decir nombres, habló de “ya sabes quién”, en alusión a López Obrador, y señaló que si éste llega a la Presidencia habría consecuencias graves para el país como la construcción de las seis refinerías que propone, cuya inversión millonaria no tendría caso por las nuevas tecnologías que van evolucionando. De esto, ejemplificó que los vehículos híbridos en 2024 serían los coches que todos comprarían porque bajarían sus precios.