Corrupción neoliberal
Mario Figueroa debe dimitir en Taxco
El Jueves Santo en Taxco tuvo dos caras. La de miles de turistas disfrutando las fiestas religiosas en el Centro, y la de cientos de taxqueños hartos de los crímenes haciéndose justicia por mano propia en el barrio de Pedro Martín.
Pero de la misma manera en que el alcalde Mario Figueroa culpó a la prensa cuando un grupo armado privó de su libertad a 12 trabajadores municipales a principios de año, la Secretaría de Seguridad Pública señala, en un desafortunado comunicado, a la madre de la niña Camila que a sus escasos ocho años fue raptada, abusada y asesinada, de no haberla cuidado.
Para el Gobierno de Taxco los periodistas, y hasta las víctimas son culpables, menos su omisión y deleznable ausencia como autoridad responsable de brindar seguridad a sus gobernados.
Los rituales católicos por la Semana Santa en la ciudad platera fueron este año el pináculo de un desgobierno que se desarrolla entre hechos sangrientos, secuestros y extorsiones constantes contra la gente de bien que todos los días se esfuerza en salir adelante y contribuye con trabajo honrado a su municipio.
La víspera del sacrificio en la cruz del cordero pascual una inocente fue sacrificada sin justificación alguna, porque absolutamente nada justifica el horrendo crimen de arrancar del seno familiar a una niña de ocho años, abusarla, matarla, arrojarla embolsada como basura en una carretera, y encima exigir dinero a sus padres.
La turba de enardecidos ciudadanos esta vez no pidió al nazareno. Arrebató a los culpables, e hizo justicia por su propia mano, porque no hay otra mano que la haga por ellos, mientras en el Centro de la ciudad desfilaban los encruzados y flagelados haciendo su anual penitencia en busca del favor divino y el perdón de pecados.
Al menos ellos reconocen sus culpas, porque el alcalde taxqueño de ninguna manera asume las de su mal gobierno al que no alcanzarían todos los rollos de varas con espinas existentes ni flagelarse la espalada un año entero para expiarlas.
La pregunta es, si por el asesinato de un joven normalista fueron despedidos dos secretarios del gobierno estatal y removida la Fiscal General del Estado, ¿no debería tener Mario Figueroa la vergüenza de dejar la alcaldía de Taxco por la muerte de Camila y de todas las mujeres asesinadas en Taxco ante su incapacidad para garantizar la seguridad de sus gobernados?
Mientras tanto la Semana Santa en Taxco tuvo más sabor a Halloween pues el terror opacó al fervor.
Revolcadero
Ante presuntos malos manejos financieros en la Fiscalía General del Estado que son investigados y podrían resultar en responsabilidades Sandra Luz Valdovinos se ampara y victimiza con el cuento de que la gobernadora Evelyn Salgado quiere matarla.
Nada más alejado de la realidad. Lo que si es que la militar debe entregar cuentas claras del dinero público que ejerció.
¿Quién le va a creer si dijo en un comunicado que haría valer su derecho de audiencia pero jamás los solicitó formalmente al Congreso?
Lo que sí debe hacer es solventar las irregularidades que se le hagan en las auditorías que por Ley deben realizarse a quienes han tenido a su cargo recursos de los ciudadanos de Guerrero.
Si no fue capaz de cumplir su encomienda como fiscal, al menos que rinda cuentas.