Corrupción neoliberal
¿Asesinato con dedicatoria en el PRD?
Las reacciones del PRD al asesinato de su secretario general en Guerrero, Demetrio Saldívar Gómez, fueron como era de esperarse muy duras, pero sospechosamente ambiguas en cuanto a pedir que se investigue un posible móvil político.
El único que habló de esa posibilidad fue el dirigente estatal Celestino Cesáreo Guzmán, y no como demanda principal propia, sino porque los reporteros le preguntaron si el crimen podría ser por las críticas que la esposa de Demetrio ha expresado sobre la seguridad en Chilpancingo, donde es regidora.
“No se debe descartar ninguna línea de investigación”, respondió abriendo el abanico a todas las hipótesis, menos a una: que su compañero de Comité Directivo hubiese sido amenazado por la delincuencia, lo cual dejó en claro de la misma manera en que precisó que “es un golpe político”, para su partido.
Pero ese golpe político ¿vino de afuera o desde el interior del perredismo? Es lo que debe determinar una investigación seria sobre esa posible motivación política para privar de la vida a un destacado militante.
Las pesquisas no deben, en esa lógica, perder de vista que Saldívar Gómez era el representante del ex gobernador Ángel Aguirre Rivero en el Comité Estatal del PRD y de facto coordinador de Izquierda Progresista de Guerrero (IPG) tras la muerte de Ángel Aguirre Herrera.
Tampoco que a esa misma corriente pertenecía el ex diputado Roger Arellano Sotelo, asesinado el 9 de abril, diez días antes que Demetrio, a quien matan la noche del miércoles 19 del mismo mes, su cuerpo es entregado a sus familiares y velado el jueves 20 y sepultado el viernes 21, justo en el cumpleaños número 61 de su jefe político, el ex gobernador Aguirre.
¿Dedicatoria?
Son rumores
Unos días antes del homicidio de Saldívar, ex colaboradores de Aguirre Rivero circularon en redes sociales el trascendido de que “un ex gobernador buscará la alcaldía de Acapulco en 2018”.
Por ilógico que parezca se estaría hablando de él. De los ex mandatarios vivos Rubén Figueroa Alcocer está retirado de toda candidatura y no pelearía con su hijo que es quien aspira a ser el abanderado, incluso del PRD, en este municipio.
René Juárez Cisneros tiene ante sí la posibilidad de convertirse en el primer secretario de Gobernación guerrerense en unos meses cuando Miguel Ángel Osorio Chong busque la candidatura presidencial por el PRI, además de que estar en el gabinete federal le reditúa más políticamente que volver a gobernar un municipio del que ya fue alcalde.
De Zeferino Torreblanca Galindo ya es de sobra conocida su aspiración a volver a ocupar la presidencia municipal del puerto, por lo que ésta ya no es noticia.
El único que queda es Ángel Aguirre Rivero, quien además tiene motivos personales y políticos para buscarla.
Primero, porque el escándalo de Iguala frenó la aspiración de Ángel Aguirre Herrera y benefició irónicamente a Evodio Velázquez, uno de los impulsores de José Luis Abarca, el causante de la tragedia; y justo cuando tendría la revancha ante un intento de reelección del representante de Los Chuchos en Acapulco, su hijo falleció.
Segundo porque el colocar a IPG en la alcaldía más importante de Guerrero fortalecería a esa corriente dentro del perredismo, ya que es a través de esta que conserva su poder político.
Recientemente, cuando colocaron una placa con el nombre de Aguirre Herrera en Acapulco, el regidor Vladimir Beciez Romero dijo que IPG se mantendría en la lucha por la dirigencia estatal del partido. Una buena posición sin duda, para impulsar candidaturas.
¿Casualidad?
Lo confirmado es que en 10 días, dos integrantes del IPG han sido asesinados. Circunstancial o intencionadamente un regalo macabro para el jefe de esa corriente. ¿Festejará su cumpleaños?