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CIUDAD DE MÉXICO, 11 de enero de 2020.- Entre los trastornos del sueño, uno común y hasta incómodo tiene que ver con los ruidosos ronquidos que, de acuerdo con especialistas, se trata de un problema casi natural entre los mexicanos.
“Hemos demostrado mediante estudios que en el país somos más roncadores que insomnes, porque somos de las naciones con los índices más altos de sobrepeso y obesidad. Eso nos hace ser roncadores casi por naturaleza”, subrayó Reyes Haro Valencia, ex académico de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
La apnea, que consiste en interrupciones constantes en la respiración durante el ciclo del sueño (ronquidos), es considerada peligrosa por la contracción de tejidos blandos de la vía respiratoria, que evita la llegada de oxígeno a los pulmones.
El también presidente emérito de la Sociedad Mexicana de Investigación y Medicina del Sueño remarcó que la falta de sueño impacta de manera negativa el desarrollo de nuestras actividades cotidianas, y si es crónica, acelera el surgimiento de enfermedades metabólicas y reduce la expectativa de vida.
Haro Valencia aseguró que limitar las horas que dormimos tiene efectos negativos en la cognición, que es la facultad de procesar la información que recibimos; no obstante, dormir menos es común en las sociedades modernas debido a estrés, condiciones médicas, trastornos del sueño, exigencias laborales y académicas, así como responsabilidades sociales y domésticas, entre otros factores.
En promedio, se debe dormir ocho horas (siete es lo mínimo recomendable), y los menores de 21 años nueve horas, porque aún están en desarrollo, dijo.
Aunque la gente piensa que puede acostumbrarse, dormir menos tiempo del requerido evita funciones vitales como la restauración de los sistemas neuronales, pues el cerebro se recupera al soñar, y no hacerlo impacta de manera negativa en el desarrollo de nuestras actividades cotidianas: hay cansancio y lentitud, remarcó.
El universitario resaltó que en México aproximadamente 40 millones de personas sufren trastornos de sueño, y hoy en día se conocen 20 causas asociadas al insomnio, entre ellas el estrés, el estilo de vida, las exigencias diarias y la apnea.
Otro trastorno del sueño es la parasomnia, que se presenta por sueño ligero: la persona rechina los dientes, tiene sobresaltos o sensación de caer al vacío.
Uno más, el sonambulismo, consiste en realizar actividades extrañas estando dormidos. Y la narcolepsia: somnolencia extrema durante el día.
En cuanto a la siesta, Haro Valencia aclaró que no es un trastorno del sueño. “Ocurre porque existen dos ventanas de somnolencia: entre las tres y las seis de la mañana, y entre las tres y seis de la tarde. En esos horarios es casi imposible mantenerse despierto; esto sucede en todo el mundo y por eso es cuando se registran más accidentes de tránsito”.
Entonces, en México la necesidad de una siesta después de comer no es por el consumo de alimentos, sino por la ventana de somnolencia vespertina, aclaró.