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CIUDAD DE MÉXICO, 20 de junio de 2018.- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) subrayó que ante la indiferencia y persecución de las autoridades, así como el rechazo social y la discriminación que enfrentan las personas en contexto de migración en Estados Unidos, las autoridades mexicanas deben ser coherentes con lo que se exige al país vecino.
El dolor de por lo menos 2 mil 300 niños indocumentados separados de sus familias en la frontera sur de Estados Unidos ha provocado diversas reacciones alrededor del mundo, organizaciones civiles, activistas, artistas, políticos y organismos como la UNICEF, ACNUR e instituciones de derechos humanos han alzado la voz.
En la sesión solemne del Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), en la que se conmemoró el 45 Aniversario de su creación y se entregó el Doctorado Honoris Causa al grupo de ayuda humanitaria Las Patronas –organización que en 2013 fue acreedora del Premio Nacional de Derechos Humanos que se entrega a instancias de la CNDH – el Ombudsperson nacional, Luis Raúl González Pérez, señaló que ha demostrado la utilidad que las acciones oportunas, pertinentes y concretas pueden tener para la atención de un problema, cuando se actúa con integridad, responsabilidad y verdadero compromiso social.
“Las sociedades y países de origen de esa población migrante deben empezar a tomar mayor conciencia sobre la magnitud y repercusiones de la problemática que enfrentan, sensibilizarse y adoptar medidas adecuadas para darle respuesta, ante el curso crítico que la misma ha tomado”, dijo.
De acuerdo con un comunicado, reiteró que las autoridades mexicanas deben ser coherentes con lo que exigimos a las autoridades norteamericanas, en relación con el trato y respeto de los derechos humanos de los mexicanos en Estados Unidos, pues esas son las bases con las que debemos tratar a las personas migrantes que llegan a nuestro territorio y, por ello, estamos en la obligación de dar ejemplo, cumpliendo nosotros lo que exigimos a los demás: trato digno, cero tolerancia a la discriminación, y la adecuada divulgación de la información que necesitan para exigir y ejercer sus derechos.
Las Patronas, dijo, se trata de un notable grupo de mexicanas que han hecho del servicio y ayuda al prójimo no solo una vocación, sino un compromiso de vida, enalteciendo en los hechos lo que significa e implica el reconocimiento y respeto de la dignidad humana, y puso en relieve que al brindar alimento y apoyo de manera desinteresada y gratuita a quienes migran, no sólo llevan vida a una ruta donde las constantes son el miedo, la incertidumbre y, no en pocos casos la muerte. También, dijo, llevan un mensaje de humanidad y esperanza a quienes en ese momento carecen de todo.
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