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ATOYAC, Gro., 6 de junio de 2019.- El sacerdote y defensor de derechos humanos, Máximo Gómez Muñoz, falleció este miércoles por la noche en Jalisco de donde era originario, debido a complicaciones de salud.
Desde que llegó al municipio de Atoyac en 1982, el prelado siempre apoyó las causas justas; fue fundador de la parroquia El Dios Único y se ganó el cariño de los feligreses.
Además estuvo nueve años en Xochistlahuaca, donde aprendió lenguaje amuzgo y despertó la conciencia de los habitantes de ese municipio para defender sus tierras. La parroquia siempre estaba al servicio de la comunidad de los pobres con un dispensario médico que funcionó durante un tiempo.
Fuentes cercanas al padre, informaron que sus cenizas serán llevadas a Atoyac, a su parroquia, donde se le realizará un homenaje póstumo en honor a sus aportaciones para el municipio.
En vida, Gómez Muñoz nunca adoró a ninguna imagen en su parroquia, pues decía, él sólo creía en Dios. Lo llamaban el cura rebelde y fue de gran apoyo para todos los luchadores sociales del estado.
Apoyó siempre a familiares de desaparecidos y a organizaciones sociales; en su parroquia dio cobijo a luchadores sociales perseguidos y dio asilo a desplazados de la Sierra.