Protestan en Acapulco para exigir atención a maestros
ACAPULCO, Gro., 9 de julio de 2023.- El fundador de la Pastoral Social de este puerto, el sacerdote Jesús Mendoza Zaragoza urgió a las autoridades al acompañamiento a las víctimas de las violencias, resarcir el daño, la gobernabilidad en los territorios, el fortalecimiento de los municipios y a mejorar la educación desde los primeros niveles de atención.
Mendoza Zaragoza abrió el foro Justicia y Seguridad, del cual será presentada una agenda de paz de Acapulco, como parte de una serie de encuentros en el país, convocados por la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Conferencia de Superiores Mayores de México y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús.
El sacerdote de la iglesia de San Isidro Labrador junto a la investigadora de origen chileno Javiera Donoso Jiménez participaron en el foro que se llevó a cabo en la Universidad Loyola.
“Tenemos grandes necesidades, como la necesidad de sanación integral. Es necesario que el Estado provea instituciones proporcionales al tamaño de esta herida nacional y es necesario que podamos ver cómo estás instituciones tengan los presupuestos y el personal que se requieren para atender estas situaciones tan dolorosas”, señaló Jesús Mendoza.
Ante la multiplicación de las víctimas, urgió también al Estado a recuperar los territorios controlados por las bandas criminales y la suficiente presencia de instituciones encargadas de la seguridad y la justicia en ellos, además de aquellas encargadas de brindar salud, educación y desarrollo de la economía de las familias y de las regiones.
“Si no hay una gobernabilidad plena, es complicadísimo salir adelante”, subrayó Jesús Mendoza e indicó que una tercera urgencia es el fortalecer a los municipios, porque hay muchos atrapados por las bandas criminales y no resisten el embate de los delincuentes.
“Los vemos tan frágiles que pueden ser sometidos con mucha facilidad por las organizaciones criminales. Muchos municipios están atrapados por estas bandas y no tienen capacidad para afrontar, según sus facultades, las necesidades de la población y no resisten el embate de los delincuentes. Creo que los municipios son la parte más vulnerable del Estado mexicano”, destacó.
Añadió que es urgente recuperar la confianza lastimada, pues se ha convertido en un pilar de la inseguridad, porque en ella se apoyan la corrupción y la delincuencia.
Urgió a atender un camino en el que la educación, con la participación tanto del Estado como de la sociedad de manera pacífica, se encamine a la recuperación de la confianza, la convivencia social y se hagan a un lado los procesos de polarización.
Como otro punto estratégico mencionó la reconstrucción de la economía social y contar con una estrategia de seguridad incluyente, porque “el gobierno no puede sin la sociedad, ni la sociedad puede sin el gobierno”, pero la desconfianza es el muro que les divide.
“La reconstrucción del tejido social es un imperativo moral que tendríamos que ir construyendo desde abajo, desde la misma sociedad. El Estado tendría que poner las condiciones necesarias, pero esta, sobre todo es tarea social”, expresó.
Enseguida, la investigadora Javiera Donoso hizo un recuento de cómo creció la ciudad estando cimentada en la violencia, en el despojo, en la capacidad monástica del mercado y en espacios que excluyeron a los sectores sociales con menor capacidad económica.
Remarcó que a pesar de la fuerte actividad económica, el puerto se ha mantenido como una de las ciudades más pobres y desiguales del estado, ya que en 2017 figuró como una de las tres más peligrosas del mundo.
Dijo que las carencias urbanas en términos de infraestructura, coinciden con los barrios que tienen los índices más altos de homicidios e incidencia delictiva, conocidos como zonas de atención prioritaria por el Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia (Pronapred).