Rehabilitan ductos de agua para reactivar suministro en Igualapa
MÁRTIR DE CUILAPAN, Gro., 17 de abril de 2023.- Con la producción de sandía, pobladores de comunidades nahuas establecidas en la franja del Río Balsas buscan contrarrestar la migración de sus seres queridos.
Es el caso de la familia Ríos Mundo, que habita el poblado de San Agustín Ostotipan, que pertenece al municipio de Mártir de Cuilapan (Apango), y que se encuentra a unos 40 minutos de Chilpancingo, sobre la Autopista del Sol hacia Cuernavaca.
Desde hace casi 20 años, la familia comenzó la siembra de granos y fruta, principalmente de sandía, con la que ha podido mantenerse, en una localidad llena de carencias y de marginación.
El señor Dionisio Ríos, señaló que diversas comunidades que se establecieron sobre el río Balsas no cuentan con apoyos de gobierno por lo que criticó que el cuerpo de agua no sea aprovechado al máximo para buscar el desarrollo de los pueblos.
Mencionó que una vez acabado el periodo de lluvias, aproximadamente en octubre, la familia inicia a preparar las tierras para la siembra de sandía, en un proceso que concluye hasta mayo con la cosecha.
Este proceso que es llevado a cabo en familia, ha permitido que por lo menos los hombres, ya no salgan de la localidad a buscar el sustento para sus esposas e hijos en otros estados del país.
De acuerdo con Dionisio, las familias que habitan la localidad tienen por lo menos a uno de sus integrantes fuera del país o del estado, trabajando en campos agrícolas para enviar ingresos a sus hogares.
Comentó que con el apoyo de las autoridades, problemas como el de la migración podrían terminarse, ya que las familias podrían emplearse en los campos de esa zona o simplemente tendrían recursos para trabajar sus tierras.
Dijo que en la región, es muy regular que se hable de la muerte de alguna persona que salió a trabajar a otros estados, y mencionó que mueren en accidentes, por intoxicación y que incluso otros más son desaparecidos.
Para este año, la familia Ríos proyecta vender más de 10 toneladas de sandía, aunque eso no es todo, tiene que enfrentar la escasez de mercados para ofrecer sus productos, que son ampliamente consumidos en la región.