Exigen en FGR de Chilpancingo justicia por 2 periodistas asesinados
TIXTLA, Gro., 25 de abril de 2017.- El maestro de la Escuela Superior de México, Enrique Ávila Carrillo consideró que “el narcotráfico es el enemigo natural de la raza humana, que impide el desarrollo y sirve al Estado en frenar a movimientos sociales”.
Ávila Carrillo ofreció la conferencia Reseña del normalismo en México, la cual forma parte de las actividades culturales y educativas por el 91 aniversario de la escuela normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, ubicada en esta ciudad.
Frente a un centenar de alumnos, el maestro relató la importancia de defender las normales rurales, al considerar, que son las únicas instituciones en el país que trabajan con y para los campesinos, así como las etnias indígenas.
No obstante, sostuvo que en esta lucha de defender a las normales, los jóvenes alumnos y los maestros: enfrentan por un lado al gobierno que les recorta el presupuesto, el Ejército que los vigila y reprime, y hoy, el narcotráfico, grupo fáctico y armado que sirve al gobierno para control social, que siembra terror y provoca migración en poblaciones.
Asimismo afirmó que el narcotráfico y el Ejército son los grupos que participaron en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el 26 de septiembre de 2014, lo que da muestra del trabajo de estos grupos en favor del Estado.
El maestro también criticó que con el presidente Lázaro Cárdenas se promovió una educación socialista, pero no se reformó el sistema económico y ahora con la reforma educativa sigue pendiente también un modelo económico.
Las actividades en Ayotzinapa continuarán con la presentación de la periodista Anabel Hernández. A las 18:00 horas, se tiene prevista una marcha de los normalistas por las calles de Tixtla.
Este lunes se presentó el libro Una historia oral de la infamia, del periodista John Gibler.
El miércoles 26 de abril se prevé una marcha en Ciudad de México como parte de las acciones globales por Ayotzinapa que se han organizado cada mes.
El 27 de abril se retoman las actividades en Ayotzinapa y concluyen el 1 de mayo con una marcha en la ciudad de Chilpancingo.