Niños de la capital de Guerrero toman clases a la intemperie
18 de abril de 2016
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18:00
Eduardo Yener Santos/Quadratín
CHILPANCINGO, Gro., 18 de abril de 2016.- Diariamente, 72 niños toman clases en el jardín de niños Helen Keller, el cual está ubicado al bordo de un voladero en la colonia Independencia, de la capital del estado de Guerrero.
Desde que comenzó a funcionar, hace 28 años, las condiciones de infraestructura siguen siendo las mismas con techos de láminas de cartón y maderas que actúan como paredes, así como lonas, telas y plásticos a los lados.
Las clases se imparten prácticamente al aire libre porque con el paso de las tormentas Manuel e Ingrid, el viento y la lluvia arrancaron una parte del techo del salón de clases, el cual sigue sin repararse.
El pasado 13 de abril del presente, unos 30 padres de familia del jardín Helen Keller, acompañados por la directora Montserrat González Tejeda y algunos alumnos, protestaron en el Ayuntamiento para exigirle al alcalde, el priista Marco Antonio Leyva Mena, que cumpla su promesa de campaña, de “edificar un muro de contención para el jardín y gestionar la construcción de sus aulas”.
Pero la situación del plantel no sólo la conoce Marco Antonio Leyva sino también el gobernador Héctor Astudillo Flores ya que en los 28 años que lleva funcionando esta institución, Astudillo Flores ha sido alcalde de Chilpancingo en dos ocasiones, de 1996 a 1998 y de 2009 al 2012. Lo mismo que otro priista, Mario Moreno Arcos quien también ha ocupado dos veces la alcaldía de esta capital.
“Pero nadie hace caso, pero en sus discursos se dicen ser aliados de la educación. De la manifestación que hicimos ese día en al Ayuntamiento (el 13 de abril) el presidente nos dio 40 tablas de madera, pero hacen falta 200 más para medio arreglar la escuela”, se quejó una madre de familia.
Hace un año el jardín de niños fue incluido en el programa Escuelas de Excelencia de la nueva Reforma Educativa. Dicho programa, promovido por la Secretaría de Educación Pública (SEP), prevé la construcción y remodelación de escuelas así como la compra de material didáctico.
Las maestras de la institución aseguraron que pese a las condiciones de esta, la SEP no consideró la construcción del plantel y sólo les entregaron 400 mil pesos que la misma dependencia decidió que fueran ocupados para la compra de material.
“Se compró una computadora, una cámara (fotográfica) un cañón proyector, útiles para los niños, pero este ni se ocupa, está guardado porque aquí en la escuela carecemos de electricidad y las condiciones no son aptas para guardar el equipo”, explicó una maestra.
El Instituto Guerrerense de la Infraestructura Física Educativa (Igife), considera que el terreno donde se ubica actualmente el jardín no es apto para su construcción. Pero existe otro terreno en la misma colonia y la respuesta es la misma: el terreno no tiene medidas adecuadas.
“Las autoridades nos dicen que nuestro jardín no tiene el terreno adecuado, pero la jefa del sector, Rosaura Paredes Sánchez del nivel preescolar, nos dice que sigamos dando clases y de ahí comprueba que seguimos trabajando”, dice una maestra.
El jardín Helen Keller cuenta con un tinaco de agua, techos de lámina de cartón y aluminio, lonas y maderas que funcionan como paredes y un baño de fosa porque no tiene drenaje. Diariamente acuden a tomar clases 72 niños de la colonia Independencia, considerada como zona de alta incidencia delictiva.
En esta escuela laboran tres educadoras, una directora, un maestro de música, un intendente y un profesor de educación fisca. Las tres maestras fueron seleccionadas para asistir a la evolución docente que promueve el Gobierno Federal como parte de la Reforma Educativa, pero se negaron a asistir ya que debido a las condiciones en las que trabajan, consideran que la evaluación es una burla.
El plantel también cuenta con personal administrativo, una mujer identificada como Lizende Soledad González Palomares, a quien los maestros y padres de familias acusan de no acudir a trabajar y de ser protegida por el presidente de la Comisión de Educación en el Congreso del estado, el diputado priista Víctor Martínez Toledo, debido a que su suplente, Edwin Morales Leguizamo, es cónyuge de González Palomares.