Promete seguridad Abelina López para Abierto de Tenis en Acapulco
ACAPULCO, Gro., 29 de enero de 2025.- El arzobispo Leopoldo González González y los obispos de las diócesis de Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, el de Tlapa, Dagoberto Sosa Arriaga y Ciudad Altamirano, Joel Ocampo Gorostieta participan en la capacitación anual que la Universidad Pontificia en México lleva a cabo de manera anual para ellos y 300 sacerdotes más que conforman la Provincia Eclesiástica del puerto en esta entidad.
Este miércoles se lleva a cabo la tercera jornada de actividades por la semana de estudio del Presbiterio de la Provincia Eclesiástica de Acapulco, donde participan todos los sacerdotes para abordar desde la teología y el punto de vista eclesial la construcción de comunidad y la fraternidad para construir una cultura común desde la fe.
Al respecto, el sacerdote de la parroquia de la Inmaculada Concepción de la colonia Morelos del puerto, Juan Carlos Flores Rivas, explicó que el llamado de la Iglesia es a recuperar la sensibilidad ante el incremento de violencia.
“La Iglesia ha llamado la atención de que nos estamos habituando, nos estamos acostumbrando tristemente a ver la violencia, la muerte, la desolación a nuestro alrededor. Por eso el trabajo de la Iglesia siempre a nivel de la conciencia, el llamado a las personas, acompañando a las personas a través de grupos concretos para construir la paz en centros de escucha”, dijo.
Sin embargo, reconoció que hay un aumento alarmante de la violencia, por lo que la Iglesia también se ha visto rebasada.
“Por eso este acompañamiento social, tiene que ser de largo alcance y ser coordinado con el gobierno y las demás comunidades religiosas, e institucional”, subrayó Flores Rivas.
Explicó que este año los especialistas que imparten la actualización, son académicos de la Universidad Pontificia de México, quienes dirigen a los párrocos y sacerdotes de esta Provincia Eclesiástica abundando en las características sociales, políticas y económicas, para dar atención a las necesidades espirituales de la feligresía.
Destacó que desde hace año, la iglesia lleva a cabo un trabajo pastoral, con el afán de acompañar a las víctimas y a las familias.
“La Iglesia trata de dar paliativos, en eso nos ayudan los expertos que la Iglesia tiene con otros centros sociales u organizaciones no gubernamentales como la de Cáritas”, expuso.
Celebró que uno de los avances, es que hay profesionales que colaboran con la Iglesia, lo que representa una gran esperanza.