
Amadrina Abelina a egresados de secundaria general Caritino Maldonado
ACAPULCO, Gro., 8 de julio de 2025.- La secretaria de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del municipio, María Mélida Campos García informó que la propuesta de actualización del Plan de Desarrollo Urbano no considera reubicaciones ni desalojos de familias.
En declaraciones durante las mesas de trabajo para socializar el proyecto, la funcionaria indicó que el objetivo central del plan es ordenar y redireccionar el crecimiento urbano del puerto de manera sustentable, segura y con visión de corto y largo plazo.
“Una cosa es redireccionar el desarrollo de Acapulco y otra cosa es malinformar a los ciudadanos diciendo que se les van a quitar sus predios o tierras. Eso no va a suceder con este plan”, sostuvo la funcionaria.
En el encuentro participaron cerca de 70 personas, entre ellas representantes de colegios de ingenieros, arquitectos, urbanistas, la comunidad Politécnica de Acapulco y de Guerrero, así como integrantes de organizaciones medioambientales.
Las autoridades instalaron tres mesas de trabajo, organizadas en torno a los temas de movilidad urbana, zonificación y obras prioritarias.
En cada mesa se presentaron planos del proyecto para que los asistentes pudieran hacer observaciones, comentarios y propuestas.
Campos García detalló que este instrumento se armoniza con otros tres documentos en marcha que regirán distintas zonas de Acapulco: el Centro Integralmente Planeado (CIP) de Fonatur, que abarca la franja turística; el Plan Parcial del Centro Histórico; y el Plan Parcial de Barra Vieja a Pie de la Cuesta.
Junto al Plan Municipal de Desarrollo Urbano, sumarán cuatro instrumentos distintos que buscan articular una estrategia territorial integral.
“Ningún instrumento está encima de otro. Todos están pensados para armonizarse entre sí y llevar a Acapulco hacia un desarrollo equilibrado y con mejores condiciones para la población”, explicó.
La secretaria insistió en que este proceso se hace con participación abierta de especialistas, organizaciones civiles y universidades, y que se trata de un ejercicio de planeación con proyección a 25 o 30 años, a partir de los aprendizajes dejados por los huracanes Otis y John, que evidenciaron la necesidad de fortalecer la planeación urbana con enfoque en protección civil y zonas de riesgo.