Inaugura y bendice arzobispo de Acapulco oficinas de Quadratín Guerrero
ACAPULCO, Gro., 15 de abril de 2024.- El diplomático católico maltés, actual nuncio apostólico en México, Joseph Spiteri y el arzobispo del puerto, Leopoldo González González, encabezaron la deposición de una ofrenda floral a la Virgen de los Mares por las víctimas del impacto del huracán Otis en octubre pasado.
En compañía de familiares de personas que buscan a sus seres queridos, llevaron a cabo asimismo oraciones por las víctimas marítimas que dejó el poderoso huracán Otis, durante un recorrido en lancha en torno a la isla de la Yerbabuena y frente al Club de Yates.
El grupo de personas zarpó a bordo de dos lanchas del muelle del parque de La Reina, donde el representante del Vaticano en México Joseph Spiteri anticipó que la ofrenda floral es para recordar a las personas desaparecidas por el meteoro.
“Con la esperanza de que estén en las manos de Dios. No es dolor de un momento, de un segundo, es algo que nos acompañará siempre, pero al mismo tiempo nos debe acompañar la esperanza y rezando por nosotros”, expresó a los familiares que se reunieron este lunes.
Frente a la efigie de la Virgen de los Mares, se encuentran restos de embarcaciones, pedazos de barcos o naves atoradas entre las rocas.
La isla de la Roqueta tiene pocos árboles de pie, debido a que la mayoría fueron derribados y quebrados por los fuertes vientos del meteoro.
Son escasas las embarcaciones ancladas que han sido echadas a flote en las marinas Acapulco y Santa Lucía o en el Club de Yates, donde el panorama sigue siendo desolador por la cantidad de navíos aún hundidos.
Los operadores de las embarcaciones que trasladaron al grupo de familiares y a los reporteros, comentaron que en cada boya visible había una embarcación, por lo que infieren que en cada una hay cadáveres.
El enorme cementerio marítimo sigue esperando a que los cuerpos de las víctimas sean recuperados para sepultarlos en tierra, a casi seis meses de que el poderoso huracán destruyó todo a su paso.
Las imágenes de embarcaciones entre las rocas y los cientos de inmuebles destruidos siguen impactando a las personas que sobrevivieron, arrancando suspiros y generando silencios.