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CIUDAD DE MÉXICO, 2 de noviembre de 2017.- Con el sincretismo que caracteriza la tradición de Día de Muertos, entre la majestuosidad de las construcciones coloniales con el Templo de Santo Domingo, el Antiguo Colegio de Medicina, el hermoso edificio de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la vendimia de los ambulantes como marco, el azul y oro de las siglas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) nos da la bienvenida a su Megaofrenda, que este año es dedicada al gran Diego Rivera, a 60 años de su muerte.
Ubicado en el antiguo barrio universitario, en la Plaza de Santo Domingo, con el sol que cae a plomo, en el ambiente se percibe una mezcla de festividad y nostalgia entre los visitantes, y es que en esta Megaofrenda se dedica también un espacio para las víctimas de los sismos del pasado 19 de septiembre, pero también a la vida, a la solidaridad que se mostró en aquellos terribles días y a los héroes anónimos que no permitieron que la ciudad siguiera derrumbándose.
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