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ACAPULCO, Gro., 15 de noviembre de 2023.- El investigador de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), Benjamín Castillo Elías informó que el huracán Otis no sólo dejó sin árboles a la ciudad, sino que también afectó los bosques de manglar y modificó el flujo hidrológico de los cuerpos lagunares de este municipio.
Urgió a evaluar oficialmente la superficie de manglar perdida y estudios que permitan conocer dónde están las modificaciones en los flujos hídricos de tales cuerpos de agua, los cuales estaban de por sí azolvados antes de la llegada de Otis.
Castillo Elías advirtió que para recuperar los bosques de manglar se requiere de una restauración asistida para luego dar paso a la restauración pasiva que la propia naturaleza lleve a cabo en un mediano plazo.
El especialista en manglares dijo en entrevista que el beneficio ambiental que las áreas de conservación, va desde la captación de carbono, han sido atractivos turísticos y son zonas de refugio de otras especies vegetales y animales, de las cuales, algunas han comenzado el retorno.
Entre las soluciones para restaurar las superficies de manglar afectadas, propuso el necesario vínculo entre las dependencias medioambientales de los tres órdenes de gobierno, con la participación de la gente.
Puntualizó que la academia y el gobierno no pueden mantenerse desvinculados de la gente, además que los medios de comunicación se involucren para que haya transparencia en los procesos y el avance de metas sea difundido.
“Siendo excluyentes no vamos a avanzar, tenemos que capacitar a la gente que vive en las comunidades cercanas para llevar a cabo la restauración asistida. Esta restauración asistida va de la mano con el retiro de la vegetación que murió con el huracán, lo cual generaría material de combustión que aumentaría el riesgo de incendios durante la temporada de estiaje”, indicó Benjamín Castillo.
Especificó que la laguna Negra de Puerto Marqués, contaba con una superficie de siete hectáreas de bosque de manglar, de acuerdo con los datos de la Comisión Nacional de Biodiversidad (Conabio), pero quedó devastada toda la superficie vegetal, dañando las dos especies registradas de manglar, el tipo candelilla y el mangle blanco.
“En la laguna de Tres Palos, la superficie antes del huracán de más de 500 hectáreas de bosque de manglar, cuantificación que deberá actualizarse tras el paso del huracán. Hay ejemplares que se doblaron, se trozaron y otros fueron arrancados de tajo, habiendo otros que se mantuvieron en pie y comienzan a reverdecer”, comentó.
En relación a la laguna Negra, considerado como un humedal urbano, mencionó el acuerdo de administración que el gobierno federal cedió al gobierno estatal y este a su vez al municipio, por lo que se requiere el apoyo de los tres órdenes de gobierno.
Insistió en la necesaria promoción de superficies o áreas de conservación voluntarias en el caso de la laguna de Tres Palos, por lo que la estrategia es apremiante.
“Veo que de 2005 a 2020 se habían perdido más de 300 hectáreas, y quedan arriba de 500 en la laguna de Tres Palos que deben conservarse luego de la pérdida de superficie de manglar luego del paso del huracán Otis”, subrayó.
Otras áreas como el parque nacional El Veladero, compuesto por selva baja caducifolia, y la isla de La Roqueta, dijo, fueron severamente afectadas.
“Para todo esto se requerirá la restauración vegetal asistida, y dejar luego el proceso pasivo que es el proceso natural de restauración”, dijo.
El paso de Otis es derivado del cambio climático, subrayó, el cual trajo consigo los daños sociales y de salud que comienzan a presentarse, la generación de residuos por la limpieza de la ciudad y la afectación a la flora y a la fauna asociada a los manglares y a las áreas naturales protegidas.
“Los entornos naturales nos otorgan beneficios y servicios ambientales, por un lado aportan agua, contribuyen a la generación de oxígeno, la captación de carbono para mitigar el efecto de invernadero en el caso de los manglares, nos aportan algunas materias primas porque de allí se obtiene el vestido; la recreación, el atractivo visual para el turismo. Quienes amamos la naturaleza vemos estos beneficios”, subrayó.
Así también destacó que el parque nacional El Veladero tiene dos reservorios de agua subterráneos que deben ser conservados, siendo los municipios de Acapulco y de Coyuca de Benítez son los beneficiarios directos.