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ACAPULCO, Gro., 26 de noviembre de 2023.- Como fenómeno natural, el huracán Otis sentó un precedente de catástrofe ambiental en esta ciudad y en Coyuca de Benítez, expresó el biólogo promotor de la observación responsable de aves y vida silvestre, André Sebastián Fuentes Vega.
Advirtió que el fenómeno hidrometeorológico provocó el desplazamiento de las aves a sitios donde encontraron comida como Paso Limonero, a donde antes del meteoro, no había poblaciones de los loros que hoy en día se encuentran ahí.
En entrevista con Quadratín Guerrero, el también integrante del grupo Pajareros de Guerrero e impulsor del proyecto El príncipe de la Roqueta, dijo que los ecosistemas tienen capacidades de sucesión ecológica, lo que habla de un proceso de recuperación, luego de la devastación.
Sin embargo, advirtió que si bien habría una recuperación, los espacios no serán los mismos después de un desastre natural, ya que se mantienen las perturbaciones humanas que interrumpen la resiliencia de los ecosistemas.
Dijo que Guerrero ocupa la séptima posición en el país en riqueza de aves al contar con unas 537 especies registradas, no obstante que hay pocos estudios que den cuenta de la riqueza natural en esta región del país.
“La población, conformada por miles de aves, siguiendo el cambio de la vegetación, van a repoblar los lugares donde habitualmente habitaron, pero como nosotros, las aves también fueron afectadas. Estando en la zona y con el paso del tiempo, después de dos días que observamos un 80 por ciento de deforestación, las cosas han cambiado y la vegetación ha mostrado signos de recuperación y las presencia de aves es un indicador”, destacó.
André Sebastián Fuentes puntualizó que tan sólo en Acapulco, antes de que el huracán Otis destruyera la cubierta vegetal en la ciudad y devastara reductos de conservación natural, contaba con un registro de 321 de las 537 especies registradas en Guerrero, lo cual ubicaba a esta ciudad la de mayor importancia para la conservación de las aves.
Subrayó que la presencia de aves carnívoras, como organismos depredadores, son indicadoras de que sus presas están presentes en los ecosistemas y, por lo tanto otras especies también permanecen.
“En Acapulco existen dos áreas prioritarias para la conservación de las aves, registradas por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Manejo de la Biodiversidad (Conabio), la primera son las lagunas costeras de Guerrero, estando tres de las siete de la entidad en Acapulco, además de la cuenca baja del río Papagayo, la isla de La Roqueta, Las Brisas y el anfiteatro con el parque nacional El Veladero”, subrayó.
En Acapulco, especificó que el grupo Pajareros de Guerrero, ha identificado siete puntos en la zona urbana donde había aves silvestres antes de la devastación provocada por Otis, de ahí la importancia de conservarlos: parque Papagayo, Club de golf, Las Brisas, el Jardín Botánico de Acapulco, la laguna Negra y su barra que desemboca en Revolcadero; las lagunas de Tres Palos y Coyuca de Benítez, la cuenca baja del río Papagayo y la isla de La Roqueta.
“El flujo energético de los ecosistemas se encuentra conforme. Falta hacer un muestreo cuidadoso para poder generar datos que nos permitan sacar estas deducciones, porque ni siquiera nosotros como observadores de aves tenemos recursos para hacerlo. No se están haciendo muestreos de presencia de aves porque hay muchas limitantes y sería aventurado emitir aseveraciones sin muestreos en campo. Por ahora es una valoración a partir de lo que percibimos, del registro de algunas especies de poblaciones específicas, de una pequeña zona”, puntualizó el promotor de avistamiento responsable de aves y vida silvestre.
Advirtió del necesario cuidado de la naturaleza, lo mismo que su equilibrio en las ciudades, ya que hay niveles de calidad ambiental entre las especies al mantener una dinámica ecológica en las ciudades que les mantiene vivas, saludables y en equilibrio, porque muchos elementos de los cuales depende el ser humano, provienen de estas relaciones ecológicas como una buena oxigenación del ambiente, una buena calidad del agua, que provee de fuentes de alimento primaria como plantas y animales.
“En Acapulco existen zonas en diferentes grados de calidad ecológica, esta ciudad es referente nacional porque gracias a la diversa geografía, presenta diferentes tipos de ambientes y ecosistemas, con zonas que van de montañas y colinas que nos brindan tipos diferentes de vegetación y microclimas, planicies como la Sabana que están relacionadas con la dinámica del río, zonas de manglar donde están las lagunas y zonas marinas. Esta diversidad de ecosistemas y áreas en Acapulco como región abarca más todavía, como las zonas de pino en la Providencia”, especificó.
Lo anterior, continuó, permite la diversidad de especies nativas de la región, pero antes del huracán, como iniciativa tenían la labor de difundir acciones que permitieran mantener una conservación de nuestras especies silvestres.
El también activista ambiental, explicó que parte de la labor, enfocada en las aves, es porque estos organismos forman parte imprescindible de los ecosistemas al ser dispensadoras de semillas de una multiplicidad de especies de plantas y contribuyendo en la reforestación natural.
Otras como especies herbívoras que ayudan en el control de algunas especies de plantas para que no se vuelvan plaga, otras son carnívoras y carroñeras que limpian cuerpos de otros organismos que contribuyen para que no haya problemas sanitarios, otras que son polinizadoras, insectívoras, o pescadoras, y otras que brindan servicios ecosistémicos.
Asimismo, invitó a la población a sumarse a la iniciativa para ser observadores de aves y generar datos duros que permitan contar con estudios científicos acerca de las diversas poblaciones de aves.