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ZIHUATANEJO, Gro., 19 de mayo de 2017.- El alcalde de Zihuatanejo, Gustavo García Bello indico que le otorgaron seguridad por parte del gobierno del estado como medida preventiva, aunque aclaró que no fue él quien lo pidió.
Lo anterior, luego de los hechos ocurridos en este municipio, donde efectivos del Ejército y la Policía Estatal detuvieron a 60 policías infiltrados en la Dirección de Seguridad Pública, de los cuales sólo 20 continúan en proceso tras los señalamientos de presuntos nexos con el crimen.
En conferencia de prensa, García Bello informó que se buscará que los agentes de seguridad pública vuelvan a realizar las pruebas de control y confianza para lograr su certificación. Reconoció que actualmente se cuenta con una fuerza de 240 uniformados, de la cual, más del 50 por ciento carece de su debida certificación por esta problemática.
En este sentido, señaló que es muy probable que se remueva del cargo al actual titular de Seguridad Pública, David Nogueda Salmerón debido a que tampoco ha logrado su acreditación.
Externó que en caso de que los policías no pasen las pruebas o no quieran evaluarse, deberán darse de baja, pero existe una relación laboral con ellos, por lo que se tienen que respetar sus derechos humanos y laborales e indemnizarlos, lo que generaría un gasto que es imposible que el Ayuntamiento pueda cubrir con sus propios recursos, ante lo cual solicitó al gobernador Héctor Astudillo Flores que coadyuve en gestionar recursos a nivel federal con la finalidad de pagar las liquidaciones correspondientes.
Defendió que la ciudadanía azuetense debe confiar en su policía y reiteró que se comprobó que todos los oficiales detenidos son auténticos, mediante las bitácoras de servicio y su antigüedad.
Sobre los ataques de los que ha sido parte su administración, mencionó que los responsables son personas de la clase política local, los cuales hicieron circular portadas de revistas falsas, lo que consideró como una actitud muy reprobable que termina por afectar al municipio.