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ACAPULCO, Gro., 4 de abril de 2018.- El arzobispo de Morelia Carlos Garfias Merlos afirmó que el pacto y los diálogos del obispo de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza con un capo del narcotráfico no son una postura oficial de la Iglesia católica.
De visita en Acapulco, el ex arzobispo del puerto dijo que es respetable la decisión del obispo Rangel mientras no haya una violación directa a la ley. No obstante, consideró que el diálogo con el crimen organizado no implica forzosamente ninguna complicidad, “es el poder de seguir buscando el diálogo” en todas las situaciones y lugares donde se puedan generar conflictos y mayor riesgo para la ciudadanía.
Aseguró que es respetable el pacto del obispo, y que si otro líder católico o algún otro actor de la sociedad civil pretenden algo similar, dependiendo de las circunstancias, también lo respeta, siempre y cuando no haya una violación directa o alguna complicidad o colusión. En ese sentido, reiteró la buena voluntad de Rangel Mendoza, al buscar “una forma de ayudar para ser un constructor de paz en las circunstancias en las que a él le están tocando vivir”.
Sobre el contraste de declaraciones del candidato a la Presidencia de la República por Morena Andrés Manuel López Obrador, quien dijo que estaba bien el pacto del obispo y del secretario de Gobernación Alfonso Navarrete Prida, quien sostuvo que el gobierno no pacta con el narco, el arzobispo de Morelia dijo que “todas las declaraciones son válidas si las podemos contextualizar en las circunstancias que cada quien las está diciendo”.
Cuestionado sobre si tuvo algún acercamiento con integrantes del crimen cuando fue arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias aseguró que a él no le tocó tener esos diálogos directos ni tampoco lo buscaron, pero aceptó que si lo buscan, “yo estaría dispuesto a recibirlos”.
“Hay que siempre salvar el Estado de derecho, las autoridades tienen bien claro lo que les toca hacer, nosotros como pastores y representantes de la Iglesia católica tenemos que ir buscando siempre la posibilidad de apertura y la oportunidad de atender a todas las personas”, finalizó.
El arzobispo de Morelia tuvo una reunión privada con el arzobispo de Acapulco Leopoldo González y el padre Salvador Cisneros Preciado. Más tarde, sostuvieron una comida privada con el gobernador Héctor Astudillo Flores.