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Teléfono Rojo
Walton, congruencia del MC; PRD y Morena, oportunistas
Al entrar en vigor el aumento al precio de la gasolina en México, la reacción generalizada ha sido de descontento por parte de la población, y las protestas de pequeños grupos que han salido a bloquear carreteras y gasolineras están tratando de ser capitalizadas por partidos políticos como en PRD y Morena, cuyos dirigentes y militantes pretenden aprovechar el momento para reivindicarse con la ciudadanía… sin lograrlo.
El problema es que todo el mundo sabe que los líderes nacionales y los legisladores federales perredistas avalaron esa medida en diferentes momentos, votando a favor de reformas y presupuestos de Ingresos, y mediante negociaciones en lo oscurito que han enriquecido a muchos próceres del PRD, empezando por el coordinador de su bancada, Jesús Zambrano, quien se prestó como anterior presidente amarillo a participar en el Pacto por México. Lo que le quita toda autoridad moral a los perredistas para lanzarse ahora como pretendidos cabecillas del descontento ciudadano, mientras que Morena sólo se hizo de la vista gorda y no ha encontrado eco entre la población.
La diferencia es muy grande con respecto a la postura pública del partido Movimiento Ciudadano (MC), cuyo dirigente en Guerrero, el empresario gasolinero Luis Walton Aburto ha expresado su rechazo al aumento del precio de la gasolina y ha llamado a la ciudadanía a no dejarse avasallar por esa medida, basado en la congruencia de sus propios legisladores, que en todo momento rechazaron la Reforma Energética y todas las medidas que podían afectar a la economía de los mexicanos.
Walton, a pesar de su condición de empresario que durante varias décadas se ha dedicado al negocio de la venta de gasolina, se puso del lado de los consumidores al considerar desmedida el alza aplicada desde el pasado 1 de enero por el gobierno federal –que incluye también alzas a los precios del gas-, que ha generado a su vez incrementos a productos básicos, como la tortilla, y todo en medio de un inicio de año de por sí complicado por la depreciación del peso frente al dólar y por un panorama económico desalentador de nuestro país ante el exterior.
De manera que llama la atención la postura congruente de Walton, quien no ha pretendido tampoco montarse en el descontento generalizado para favorecer a su partido, sino que se ha puesto del lado de los ciudadanos para emprender una serie de acciones de presión para obligar al gobierno federal a reducir el alza de precios que tanto rechazo está provocando.
En ese sentido, vale la pena reflexionar sobre las formas en que puede hacerse ese ejercicio de presión legítima y dentro del marco de la ley, para evitar los llamados a la desobediencia y a la violencia que algunos grupos y personajes están pretendiendo hacer a la población, mediante confrontaciones que de ninguna manera servirán para sensibilizar a las autoridades federales, y en cambio pueden volverse en contra de la gente.
El tema no es ahora para llamados a derrocar gobiernos ni a generar inestabilidades que sólo van a empeorar la situación económica y política del país, sino la búsqueda de opciones para conducir mediante el diálogo a un cambio de política económica, sin soslayar las expresiones de descontento a que la población tiene derecho, pero sin afectar a terceros ni caer en la tentación de la violencia. Porque la economía no mejorará con atentados ni con el caos, sino con disciplina e inteligencia, que de eso hay mucho entre los mexicanos y hay que saber conducirlos…