Genio y figura
El nerviosismo es mal consejero. El gobierno se muestra errático respecto a temas delicados en momentos críticos. Responde a botepronto, sobrerreacciona, elige mal sus batallas, inventa adversarios, envía mensajes equívocos, exhibe sus miedos. La eventual deportación de miles de migrantes se volvió un problema secundario, aunque no haya capacidades institucionales para hacerle frente; lo que tiene al régimen en irascible tensiones la posibilidad de que Donald Trump cumpla la amenaza de realizar acciones militares contra cárteles mexicanos en territorio nacional.
El antecedente obvio es la sonora molestia del ex presidente Andrés Manuel López Obrador con la operación que llevó al Mayo Zambada a los Estados Unidos. Se esmeró en dejar constancia de ella, reiterando la solicitud de información al gobierno estadounidense en sus mañaneras. Tal insistencia fue retomada por Claudia Sheinbaum, quien divulgó que le había planteado la misma solicitud a Joe Biden en su reunión bilateral durante el G-20 en Río de Janeiro.
Frente a tal apremio y la denuncia, también mediática, del fiscal Alejandro Gertz por el ocultamiento del nombre del piloto, el embajador Ken Salazar se hizo una pregunta, cuya formulación entraña sospecha: ¿Por qué el gobierno de México no celebra la detención del famoso delincuente?
Lo que vino después no ha reducido la suspicacia de nuestros vecinos. Frente a la advertencia de Trump, catalogar a cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, la respuesta fue inmediata, exagerada y sin reflexión. Como la propia Sheinbaum reconoció, el presidente electo no habló de intervenir en México, admitiendo implícitamente que se había excedido al asegurar un día antes que no iba a haber subordinación ni permitiría injerencia alguna. Pero muchos de los voceros del régimen no se dieron por enterados y siguieron en esa penosa actitud de confundir a la patria con el crimen.
No serán los desplantes de ese dudoso nacionalismo lo que hagan reconsiderar a Trump sino, en todo caso, las fuertes complicaciones y resistencias internas que tendría dicha medida. Baste mencionar lo que eso podría significar en el sistema financiero norteamericano por la cantidad de recursos del narco que circulan y los efectos en sus aliados de la Asociación del Rifle, pues de ahí salen la mayoría de las armas que poseen los cárteles. Pero se fueron con el fuego de artificio, no obstante que tienen por líder a AMLO, quien, como buen populista, también hizo de la propaganda estridente y falsaria el centro de su comunicación política.
En cualquier caso, EU no necesita catalogar como terroristas a las organizaciones del crimen organizado para actuar contra ellas extraterritorialmente, la histeria les hizo alucinar ese mito que no se sostiene en la historia, ni lejana ni reciente. No sería la primera ni la última vez que actuaran por la vía de los hechos, si así lo decidieran, aunque recurrir a ello en un país vecino, aliado y socio comercial se ve más complicado. El problema es que la presión en su interior crecería, emplazando al nuevo gobierno en cuanto tome posesión a cumplir sus dichos, si no se ve al Estado mexicano actuando eficazmente contra el crimen. En ese sentido no ayuda la percepción, extendida en aquel país, de que, en lugar de combatirlo, se le protege.
El pleito con el New York Times resultó contraproducente no solo porque otros medios habían mostrado laboratorios clandestinos en condiciones similares, sino porque no se puede negar el tema de fondo: en México se produce fentanilo que llega a Estados Unidos. Decir que dicho reportaje es la antesala de una “invasión” refleja paranoia oficialista, pero quizá no sea tan ingenua. El documento que circuló en el Grupo Parlamentario de Morena en el Senado, comentado por Ricardo Pascoe como un texto escrito por López Obrador, reivindica la estrategia de “abrazos, no balazos” porque mantiene la unidad con “el pueblo” y advierte de “levantamientos armados” promovidos por opositores si hubiera acciones militares de EU contra los cárteles.
¿Será que alguien no está durmiendo bien en Palenque y quiere regresar con el pretexto de defender a la patria y al pueblo que, en su torcida concepción, no incluyen a los disidentes pero sí a los criminales?