Sin mucho ruido
El eventual rompimiento de negociaciones que provoque el fin del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) supone un riesgo acotado, pues el intercambio con Estados Unidos se regiría ahora por las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y éstas no suponen una carga arancelaria elevada.
Lo anterior obedece a que tanto Estados Unidos como México son miembros de la OMC y este organismo serviría para mediar las relaciones comerciales en caso de que el TLCAN se fueran por la borda.
Esta instancia ya ha sido utilizada en beneficio de México. El más reciente caso es el conflicto atunero, en donde la OMC determinó que podría imponerle sanciones a Estados Unidos hasta por 163,23 millones de dólares al año, e afectaron a nuestro país
Asimismo, por ejemplo, establece que el arancel máximo para los autos ligeros (un tema que está en disputa) no puede ser mayor a 2.5 por ciento (con el TLCAN es de cero).
Estados Unidos es el principal socio comercial de México. Un 49 por ciento de las exportaciones se realizan a través del Tratado. Sin embargo, no es su único socio comercial. De hecho, la relación que también mantiene con Canadá a través del mismo mecanismo es sana y continuaría.
Además del TLCAN, el país cuenta con 12 mecanismos de comercialización con países de América, Europa y Asia. Esto significa 46 países, 32 acuerdos de promoción y protección de inversiones, así como nueve acuerdos de alcance limitado.
Se afirma que las exportaciones hacia Estados Unidos son por el orden de los $302 mil millones, mientras que las importaciones son por $229 mil millones.
El fin del tratado no significa que toda relación comercial terminaría de tajo, sino que habría otros mecanismos de importación y exportación que entrarían en juego, por lo que sería una reconfiguración del modo en el que actualmente se hacen las cosas.
Aunque si significaría en un corto plazo un golpe anímico, pues por su volumen de negocios es el más importante para México, pero no hay que perder de vista que el país también exporta a Canadá ($10.4 miles de millones), China ($5.41 miles de millones), Alemania ($3.95 miles de millones) y Japón ($3.77 miles de millones).
Por lo anterior, México tendría que evaluar un nuevo panorama bajo las normas de la OMC y quizá participar en otros mercados con mayor fuerza.
En un corto plazo, el efecto inmediato se daría sobre todo en el tipo de cambio, por la incertidumbre, tal cual se ha visto en los últimos días.
Así que lejos de ser el fin del mundo, es una oportunidad para México para hacer valer su derecho por tener condiciones justas dentro de un Tratado Comercial en el que lleva participando 23 años, así como de mirar hacia otros horizontes para fortalecer su presencia en otros mercados.
En Guerrero, con el apoyo del presidente Enrique Péña Nieto, el gobernador Héctor Astudillo, sienta las bases para desarrollar la Zona Económica Exclusiva de Puerto Unión, con el firme propósito de buscar inversión, desarrollo tecnológico, infraestructura y alternativas en la diversificación de nuevos mercados comerciales, en la ruta del tornaviaje entre los continentes de Asia y América, como una ves lo tuvimos con Andrés de Urdaneta entre Acapulco y Manila
Como siempre, usted tiene la mejor opinión.