
Rompe Eduardo Neri acuerdo con Chilpancingo por relleno sanitario
ACAPULCO, Gro., 17 de mayo de 2025.- A tres años de la votación en el Congreso del Estado que despenalizó el aborto hasta las 12 semanas de gestación en esta entidad, organizaciones feministas señalaron que hay avances incipientes en el acceso a la atención médica y persisten barreras estructurales para las mujeres de comunidades indígenas y afrodescendientes.
La integrante de la Red Guerrerense por los Derechos de las Mujeres y del Observatorio de Violencia contra las Mujeres, Ana Gabriela Candela Garzón, dijo que desde la aprobación de la reforma se ha registrado un aumento en el número de mujeres que solicitan información, consejería y acompañamiento para abortar de manera segura.
Como parte de sus acciones de difusión y acompañamiento, este sábado 17 de mayo comenzó la pinta de un mural sobre una pared de la Preparatoria número 2 de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), ubicada sobre la avenida Ruiz Cortines.
Dicha actividad y a partir del lema Tú decides, nosotras te acompañamos, también colocaron microperforados y distribuyeron esta mañana información sobre métodos anticonceptivos.
La actividad, dirigida a jóvenes y público en general, forma parte del esfuerzo por recuperar espacios públicos y visibilizar los derechos sexuales y reproductivos, expuso la activista.
Afirmó que a pesar del avance legislativo y de la existencia de módulos de aborto seguro en ciudades como Chilpancingo y Acapulco, los servicios de salud en comunidades rurales aún son insuficientes.
“En zonas de difícil acceso, muchas veces hay un centro de salud que no opera toda la semana, o carece de medicamentos y personal capacitado. Además, el estigma persiste”, dijo.
Actualmente, el colectivo brinda orientación a entre 15 y 20 mujeres al mes, en su mayoría trabajadoras y estudiantes de entre 20 y 30 años.
Ana Gabriela Candela llamó a las instituciones a garantizar la atención sin discriminación ni objeción de conciencia, con trabajadores capacitados, acceso lingüístico y medicamentos disponibles.
“El aborto debe tratarse como cualquier otro servicio médico: con empatía, información y sin estigmas”, subrayó.
Puntualizó que debido a que son una organización autogestiva trabaja con recursos que obtuvieron a través de convocatorias emitidas por organizaciones como Semillas, a nivel nacional y otra internacional.
Gracias a este financiamiento, han podido extender sus acciones a municipios como Chilpancingo, Acapulco, las regiones Costa Chica y Montaña.
Señaló que conforme a los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el aborto con medicamentos es un procedimiento seguro que puede ser gestionado incluso desde casa, siempre y cuando se cuente con información verificada y acompañamiento.
“Lo que mata es la desinformación. Nunca hemos tenido una emergencia grave entre las mujeres que hemos acompañado”, subrayó.
Una de las principales preocupaciones del colectivo es la exclusión que enfrentan mujeres hablantes de lenguas originarias, tanto en zonas rurales como urbanas.
“En Acapulco también hay una gran población indígena y afrodescendiente. No se trata sólo de tener médicos, sino también intérpretes en las lenguas más habladas: ñomndaa, me’phaa, náhuatl y ñu’un savi”, indicó Candela Garzón.
Explicó que el colectivo identificó fluctuaciones en la demanda de atención en Guerrero.
Mientras en meses con campañas de difusión han llegado a orientar hasta 40 mujeres, en otros períodos la cifra baja, lo que confirma que el acceso a la información es un factor clave.
“Lo que llamamos despenalización social todavía no se alcanza del todo. Muchas no acuden a los servicios por miedo al qué dirán, o porque conocen a personal que trabaja en las clínicas. Eso también es una forma de obstáculo”, apuntó.