Hoja verde
El Guasón y la sociedad enferma
Nos encanta la controversia. De manera natural, el morbo nos atrae siempre que nos lo topamos, en cualquier momento de nuestras vidas. Durante estos últimos días, la nueva película de DC Comics, Joker (EU, 2019), ha dividido opiniones alrededor de todo el mundo y generado controversia al ser una película tan cruda.
Dejando de lado si fue una buena o mala cinta (ya que, claramente, no soy un crítico de cine y yo también estoy cansado de todos esos cineastas y supuestos expertos que surgieron de la nada), hay muchas cosas importantes que rescatar de la película. Y de todo lo que se dice sobre ella, ¿qué es lo que sí podría pasar en la realidad?
Funciones perturbadoras… o no
Las experiencias que me han compartido (y lo que experimenté) resultan bastante interesantes. A grandes rasgos, hubo muchas risas durante las funciones de cine. Parecía que la turbia personalidad del Guasón se había apoderado de la sala: durante momentos muy crudos o tristes, la gente empezaba a reírse, algunos de manera incontrolable; una experiencia aterradora, pero que sólo queda en un sustito, no hay nada de lo que preocuparse. Hay que admitirlo, somos una generación muy delicada; a diferencia de aquellas personas adultas que se mantuvieron serias durante esos momentos de tensión. Nosotros, de las nuevas generaciones, tendemos mucho a reírnos por querer escapar de ese duro momento, donde nos sentimos amenazados o incluso por sentirnos algo identificados con algún aspecto general del suceso que vemos en pantalla. Y sobre identificarnos con algo…
Tenemos un vecino muy raro
Está bien, he de admitir que aunque no me parece lo que hicieron, yo también llegué a pensar que algo sucedería. Hablo de los noticieros y programas estadounidenses. Todos hemos podido ver que el vecino del norte es un lugar muy extraño, puedes encontrar muchísimas cosas que no verías con normalidad en otro; sin irme por las ramas, los tristemente recurrentes tiroteos que han sucedido en los años recientes. El presidente Trump culpa a los enfermos mentales, un tema para otra ocasión. Pero de ahí, los que son como él se sostienen para ver la película como una amenaza y ser un incentivo para las personas a cometer horribles atrocidades en contra de la población “normal”.
La realidad y los duros mensajes de la película
En efecto. No ha pasado ni pasará nada. Ni tiroteos, ni sustitos; lo más terrorífico que se puede esperar es que veamos haciendo el ridículo a los que intentan imitar el baile del Guasón en las escaleras. No se asusten, a fin de cuentas es una película hecha para entretener, nadie se va a volver loco por verla. En lo que hay que fijarse es el mensaje que nos deja como sociedad en general.
No salgan con su altruismo, en general somos muy malos con las personas que tienen algún problema, desde los comunes hasta las enfermedades mentales. Joker es una crítica a la sociedad, la forma en la que actúa frente a lo que es diferente, y cómo puede enloquecer cuando alguien o un grupo de personas lo propician en un momento determinado. De eso se trata el personaje, es una guasa de la sociedad y la locura que el personaje cree que ésta encierra.
Recordemos la frase del payaso en su interpretación de Ledger, para resumir al personaje: “Introduce algo de anarquía, altera el orden establecido y todo el mundo se volverá un caos. Yo soy un agente del caos”.
Una locura este personaje… ¿o no?