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CUTZAMALA, Gro., 16 de junio de 2024.- Pescadores y productores de pez tilapa en la presa El Gallo, denunciaron la falta de ayuda de los tres órdenes de gobierno y el incumplimiento de pagos de parte de las empresas subcontratadas por la hidroeléctrica Mexhidro, que causaron la muerte de miles de peces que permanecían en cultivo en años anteriores.
Los pescadores, que antes eran campesinos de la siempre de maíz, sandía, melón, mango y ajonjolí en terrenos de cultivo de los ejidos Amilpillas, La Cañada, Arrollo Grande, La Playa y Albarrán, pero que con la llegada de la presa en 1998 y posteriormente la hidroeléctrica en 2007, tuvieron que cambiar de actividad comercial.
A pesar de que la Comisión Nacional del Agua (Conagua), les prometió 15 kilómetros de una breca de acceso a los terrenos no afectados por la presa para que siguieran en la siembra, solo les construyeron tres kilómetros y el emparejamiento de terrenos para la construcción de nuevas casas de los hijos de los ejidatarios afectados no concluyó porque consideró viable prometer 50 mil pesos anuales a cada campesino como valor estimado por sus cosechas, que se dejó de entregar el 2013.
Los pescadores viven en lotes artificiales sobre una barranca de 70 metros en el ejido La Cañada, aledaña a la cortina de la presa, donde las casas han tenido enormes cuarteaduras, hundimientos y derrumbes.
Actualmente la actividad pesquera también disminuyó porque desde 2013, la hidroeléctrica decidió bajar el flujo del agua, lo que causa la falta de oxigeno y afecta la producción de la tilapia en las jaulas de las cooperativas pesqueras.
Tan solo en 2024, los pescadores estiman una pérdida de 20 toneladas de mojarras; mientras que en 2022, la mortandad fue de 50 toneladas y las pérdidas no han sido saldadas a los productores.
Pablo Espinoza Gorostieta, uno de los líderes de las ocho cooperativas de la zona que son cinco pesqueras, dos ganaderas y una de producción de mangos, afirma que actualmente la pesca en la presa está detenida, porque las mojarras están en crecimiento y solo algunos pescadores lograron salvar algunas especies que exportan al mercado de Las Vigas en Ciudad de México.
De las mil 500 jaulas de criaderos que existen en la presa El Gallo, solo 500 permanecen activas, lo que representa un 30 por ciento del total de los pescadores, por lo que algunos han decidido no seguir ante los altos costos de producción.
Espinoza Gorostieta, afirma que los pescadores no han tenido ayuda gubernamental, no han recibido ni una lancha, alimento, ni ejemplares para criarlas y varios pescadores tienen deudas, como él de hasta un millón de pesos por la compra de alimento para la mojarra.
El pescador afirma que la presa no benefició a los ejidatarios de Cutzamala y solo les ha llevado problemas como el cambio de sus hogares, el cambio de actividades comerciales y la pérdida de sus ganados de chivos y borregos, porque los animales se han ahogado en la presa cuando acuden a beber agua.
Los ejidatarios lamentan que mientras ellos no cuentan con apoyos ni les han pagado sus tierras que ocupa la Conagua, donde opera la hidroeléctrica Mexhidro, la empresa y la dependencia obtiene ganancias de dinero, porque surten de energía eléctrica a muchos estados y municipios, como Michoacán, Ciudad de México y los municipios de Acapulco, Chilpancingo, Zihuatanejo e Iguala, en Guerrero.