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CHILPANCINGO, Gro., 12 de enero de 2013.- El coordinador de los Diálogos por la Paz y la Convivencia en Guerrero, Javier Morlet Macho lamentó la intromisión de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en la aprobación de la Ley de Geolocalización.
La nueva ley permitiría a la Procuraduría General de la República (PGR), a través de los ministerios públicos, localizar en tiempo real a los usuarios de celulares involucrados en investigaciones de delitos graves, como secuestro o tráfico de drogas.
Morlet Macho lamentó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) aplazara la resolución de la Ley de Geolocalización ante los cuestionamientos de la CNDH.
De acuerdo al organismo defensor de los derechos humanos, con la reforma a dos artículos se violan las garantías de legalidad, certeza, seguridad jurídica y derecho a la privacidad consagradas en la Constitución.
De acuerdo con la CNDH, las reformas vulneran los derechos humanos de las personas, al ser contrarias a las garantías tuteladas en la Constitución del País y en los tratados internacionales de los que México es parte.
Este lunes la SCJN finalmente emitirá su resolución sobre la Ley de Geolocalización; de acuerdo a Morlet Macho, de declararse improcedente “se desaprovecharía uno de los pocos instrumentos útiles que tienen las de por sí rebasadas procuradurías para combatir el secuestro, la extorsión, el homicidio y la desaparición forzada”.
Agregó: “De confirmarse esta decisión de la Corte, otra vez la defensa de los derechos humanos de los victimarios estaría por encima de los derechos humanos de las víctimas, como sucedió con el caso de Florence Cassez”.
Al menos cuatro de los 11 ministros de la SCJN han mostrado su apoyo para echar adelante la Ley de Geolocalización.
Para invalidar los artículos impugados por la CNDH se requiere el voto de al menos 8 de los integrantes del pleno del máximo tribunal.
“No quiero imaginar el efecto que le ocasionaría a una madre que le digan: perdone, no podemos localizar a su hija porque está prohibido utilizar los registros de las llamadas telefónicas”, concluyó Morlet Macho.