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TLAPA, Gro., 16 de mayo de 2014. La Coordinadora Regional de Seguridad y Justicia-Policía Ciudadana y Popular (CRSJ-PCP) demandó un alto a la xenofobia contra los indígenas, así como la destitución de Rosario Robles Berlanga, titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) a nivel federal, por humillar y discriminar a los indígenas de México.
Asimismo, a través de su comunicado 18, la CRSJ-PCP condenó la agresión y violencia perpetrada el 2 de mayo contra del caracol zapatista La Realidad, ubicado en el municipio autónomo San Pedro Michoacán, en la cual indígenas de las bases zapatistas fueron agredidos, resultando asesinado José Luis Solís López.
Asentada en el área comunal de Temalacatzingo, Olinalá y en comunidades nahuas del municipio de Cualac, desde “territorio indígena soberano”, la PCP reprochó que Robles Berlanga haya humillado y discriminado a los indígenas luego de que declarara en la Montaña de Guerrero que a las mujeres que tuvieran más de tres hijos se les quitaría el programa asistencialista Oportunidades.
“Imponiendo una estúpida idea llena de odio, desprecio, humillación contra los indígenas de México, mezquinando además un programa que jamás ha servido para resolver el problema de la pobreza; su Cruzada contra el hambre que es mas bien cruzada contra el hombre”, afirma el texto.
La PCP ratifica que en las comunidades adheridas a su sistema de justicia el programa no existe y cuando el Ejército y la Marina lo implementaron fue un fracaso, pues los niños y adultos se enfermaron por la comida caducada que dieron. Reiteran también que la acción “cacareada” es mediática y con fines políticos para “amedrentar, y contener la organización y hartazgo de los pueblos indígenas ante tantos atropellos por parte del gobierno y la delincuencia”.
En este contexto, la Policía Ciudadana y Popular exigió al Estado Mexicano así como a los distintos niveles de gobiernos; un alto a la violencia y criminalización contra los pueblos indígenas, alto a la amenaza de explotación irracional de los recursos naturales en diferentes puntos del país, así como respeto a la autonomía y la libre autodeterminación de los pueblos y comunidades indígenas y no indígenas.
En otro apartado, piden a organismos y organizaciones nacionales e internacional que defienden los derechos humanos: “asumir el papel que les corresponde y estar pendientes de la represión y hostigamiento que han iniciado los malos gobiernos que se empeñan a destruir a toda costa, la vida y al ser humano en toda su integridad biológica, social y emocional”.
La CRSJ-PCP en cuanto a la situación de los pueblos zapatistas recordó que éstos se han organizado desde hace 20 años para exigir al gobierno mexicano respeto a los derechos de los pueblos indígenas y frenar las políticas económicas que atentan contra la vida, el libre comercio, así como reclamar en contra de la concesión de proyectos a empresas extranjeras que destruyen nuestra madre naturaleza.
Al calificar el movimiento zapatista como una nueva esperanza para los pueblos, por otro lado reclaman que los gobiernos xenofóbicos no aceptan que los indígenas tiene capacidad de organizarse y decidir el rumbo de sus vidas.
“Si no nos permiten soñar, no los dejaremos dormir”.
Para la Policía Ciudadana y Popular según enuncia el comunicado, la represión ejercida contra un caracol zapatista, es una agresión a los pueblos y a la madre naturaleza, “sin embargo a pesar de todas estas acciones desde tierras guerrerenses les manifestamos que los pueblos indígenas y no indígenas que nos hemos organizado para auto protegernos, para construir la soberanía popular y luchar por la transformación social desde abajo por la vía pacifica, les decimos, que persistiremos y seguiremos sembrando la esperanza en todos los rincones de nuestra madre tierra”.
Para la PCP la democracia es una farsa mediática y simulación porque cualquier iniciativa de los pueblos indígenas es destruída y los pueblos organizados son criminalizados por encima de lo estipulado en el artículo segundo constitucional y tratados internacionales.
“Ser indígena es un delito para los funcionarios del gobierno, en el país ser indígena es un ícono de la resistencia y no sumisión al ser una lucha por la vida, la autonomía, autodeterminación, soberanía popular”, afirma el texto.
Las actuales reformas que el gobierno y congreso han aprobado y seguirán aprobando no son otra cosa que formas de violencia contra los pueblos indígenas, contra su cultura y formas de organización y cosmovisión. El gobierno mexicano y los diputados han puesto por encima de todo el interés económico y material y no la vida, se lee en el comunicado de la PCP.