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CIUDAD DE MÉXICO, 1 de octubre de 2016.- El músico británico Roger Waters mostró su solidaridad con los padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, y le pidió al Presidente (Enrique Peña Nieto, de quien no mencionó su nombre) que escuche a su gente, y encontrar a los normalistas porque no saber de ellos es el “mayor de los castigos”, para los papás de los jóvenes, leyó en español.
Además, en el escenario del Zócalo y a un costado de Palacio Nacional, le dijo al presidente que sus políticas habían fallado y que debía pensar en todos, no solo en sus amigos.
Mientras cantó Another Brick on The Wall, apareció en pantalla, por menos de 10 segundos, el #RenunciaYa, pero esa fugacidad bastó para que parte de los asistentes gritaran “Fuera Peña, Fuera Peña”.
Waters mostró ser un personaje comprometido socialmente, en imágenes mostró la crueldad de la guerra y criticó los totalitarismos y fanatismos con los rostros de Stalin, Osama Bin Laden e incluso George W. Bush.
El concierto también fue una exhibición de recursos tecnológicos, con unas luces láser como las de la portada del disco Dark Side of The Moon, o un gigantesco cerdo que terminó desinflado al pasar por encima de los asistentes.
Pero lo que más recordarán quienes atestaron la plancha del Zócalo son las interpretaciones de clásicos como Mother, Breathe, Time o Money, inmortalizados por Pink Floyd, de la que Waters fue integrante.
Además de escuchar canciones que forman parte del inconsciente colectivo de todo buen rockero, escucharon una calidad interpretativa y musical pocas veces atestiguado en el Zócalo.
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