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ACAPULCO, Gro., 24 de enero de 2025.-En el Congreso del Estado se analiza un exhorto a la Secretaría de Salud estatal para que, en el ámbito de su competencia, elabore un diagnóstico situacional de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) e implemente programas o campañas temporales y/o permanentes de salud sexual para la población de la diversidad sexual y de género en la entidad.
De acuerdo con un boletín, el acuerdo que se analiza al interior de la Comisión de Salud fue propuesto por la diputada Marisol Bazán Fernández, quien señala que se debe abordar la salud sexual y reproductiva como un asunto impostergable e irrenunciable para el quehacer del Estado.
Menciona que gracias a movimientos sociales de feministas y de la diversidad sexual ya no solo se trata del acceso a la salud como una máxima universal, sino también de plantear la existencia de derechos sexuales, de los cuales emana la salud sexual como un grado máximo de salud.
Refiere que para que la salud sexual se logre y se mantenga los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud, en concordancia con lo que señala la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, agrega, persisten algunas barreras sociales a superar cuando se habla de salud sexual, y estas son más altas cuando se trata de la población de la diversidad sexual y de género, porque generalmente se tiene la idea errónea no sólo de la aparente desviación sexual de esta población, sino de la promiscuidad e insalubridad con la que ejerce su vida sexual.
“Estos prejuicios emanan de un malentendido en torno a la sexualidad y la medicina, este malentendido aún hoy, a dos siglos de diferencia, acecha a nuestra sociedad. No ha sido suficiente poner en papel nuestro deseo de garantizar el acceso a la salud sexual plena, sino que es necesario redoblar esfuerzos y buscar erradicar cualquier juicio moral en torno a la sexualidad en todas sus trincheras”, dijo la legisladora.
Manifestó que la discriminación dentro de los sistemas de salud es un obstáculo clave, ya que limita el acceso a servicios preventivos y tratamientos adecuados en la población LGBTIQ+, afectando la calidad de la atención, llevando a diagnósticos tardíos y a un uso reducido de métodos de protección, lo que pone en riesgo su salud.
Aunado a ello, es que muchos profesionales de la salud carecen de formación en diversidad sexual y de género, lo que impide ofrecer el asesoramiento correcto o los tratamientos específicos que esta población necesita, como en el caso de las enfermedades de transmisión sexual como el VIH.
Por eso, la diputada Marisol Bazán plantea dicho exhorto con el objetivo de garantizar el acceso a la salud para toda la población, no solo en función de los datos de prevalencia clínica de alguna infección de transmisión sexual, sino también para establecer un esquema de salud preventivo, amigable, laico, objetivo y clínico, con una perspectiva basada en los derechos humanos y la no discriminación para proteger a la población LGBTIQ+.