Pintan espacios públicos de Chilpancingo en repudio a crimen de Ayelin

CHILPANCINGO, Gro., 21 de octubre de 2020.- El grito de justicia por las calles de la capital del estado volvió a escucharse la tarde de este miércoles.

Más de 300 personas, integrantes de colectivos feministas y normalistas de Ayotzinapa, salieron a marchar y a hacer pintas en edificios públicos.

Es una muestra de repudio e indignación por el feminicidio de la menor Ayelin Iczae Gutiérrez Marcelo, en el municipio de Tixtla.

La marcha comenzó en la Alameda Central y terminó afuera de la Fiscalía General del Estado, donde se hicieron pintas, lanzaron piedras al inmueble y se dio lectura a un comunicado.

La puerta principal de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero, fue el primer edificio pintarrajeado con las leyendas de “Justicia para Ayelin” y “No más feminicidios”.

Familiares de Ayelin Iczae encabezaron esta movilización en la capital, y grupos feministas hicieron pintas hasta en el pavimento de varias calles y avenidas.

En las instalaciones de la agencia del Ministerio Público del barrio de Tequicorral, también se hicieron pintas y las manifestantes quemaron dos lonas que se encontraban colgadas en la entrada principal.

Los monumentos de Unidos por Guerrero y Las Banderas también fueron pintarrajeados con las leyendas de Justicia y Ni una menos.

En la  Fiscalía, donde terminó la marcha, se dio lectura a un documento dirigido al gobierno estatal, a la Fiscalía y al Ayuntamiento de Tixtla.

En el documento, señalaron que el caso de Ayelin es un feminicidio, crimen de Estado, por la lenta actuación que mostraron las autoridades para dar con el paradero con vida de la menor.

Se denunció que en ningún momento hubo acercamiento por parte de otras instancias como la Secretaría de la Mujer y las Unidades de Género municipales,  actualmente, se dijo, que la familia no tiene el apoyo jurídico ni psicológico.

Se exigió la pronta localización y castigo a los responsables que asesinaron a la niña de 13 años y que públicamente el Estado reconozca su incapacidad de actuación en temas de desaparición.

De lo contrario, que renuncien los responsables de las áreas encargadas de bridar seguridad a las mujeres.