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CIUDAD DE MÉXICO, 27 de febrero de 2017.- El plan de deportaciones del gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con el que pretende detener el flujo de migrantes indocumentados, podría facilitar de varias maneras los mismos delitos que pretende acabar y favorecer al crimen, asegura un análisis de InSight Crime.
De acuerdo con el estudio del Centro de Investigación de Crimen Organizado, esto podría suceder de cinco formas: pérdida de inteligencia, mayor demanda de servicios criminales, más corruptos en potencia, menos remesas y menos cooperación.
En primer lugar, asegura que imponer medidas de seguridad más fuertes podría efectivamente debilitar los esfuerzos para detener el crimen en ambos lados de la frontera.
En la pérdida de inteligencia explica que los avances tecnológicos, como las cámaras, los drones y los análisis forenses, ayudan a resolver los crímenes, sin embargo, la medida de la administración Trump impide los esfuerzos para desarrollar estas fuentes.
Esta medida, apunta que impedirá la capacidad de los organismos de seguridad para reconstruir las historias de los crímenes o entender a profundidad los barrios donde hay grupos de migrantes indocumentados. “Esto incluye casos que conducen a la identificación de comportamientos criminales, como la violencia doméstica y el abuso infantil, o ilustran una escalada del comportamiento criminal.”
De igual manera, “la intervención temprana utilizando medidas moderadas, como los servicios sociales o el bienestar infantil, también se reducirá drásticamente, lo cual llevará a que los hijos de los inmigrantes sean más vulnerables a los abusos, y aumentará la probabilidad de que más tarde se involucren en actividades criminales.”
En la mayor demanda de servicios criminales, razona que entre más difícil sea cruzar la frontera, habrá mayor necesidad de ayuda profesional. A esto, vaticina que los migrantes recurrían a los traficantes profesionales conocidos como coyotes —quienes trabajan con organizaciones narcotraficantes grandes y violentas— para que les ayuden a cruzar.
Dicha situación, “seguirá aumentando si el gobierno estadounidense extrema las medidas de seguridad y amplía el muro fronterizo”, según una afirmación de Guadalupe Correa-Cabrera, profesora de la Universidad de Texas Valle de Río Grande, y miembro del Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson.
“Muchos intentarán regresar a Estados Unidos, y actualmente lo están haciendo, pagándoles a los traficantes de personas y a las Organizaciones Transnacionales Criminales de origen mexicano, para que los ayuden a regresar. A veces aceptan trabajar para dichas organizaciones e incursionar en el negocio del tráfico de personas, e incluso en el narcotráfico”, advierte.
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