El agua, un derecho del pueblo
#4T: ¿Del populismo al fascismo?
Es inaceptable el anuncio que hizo el diputado Óscar González Yáñez durante la reunión plenaria del Partido del Trabajo, donde adelanta que promoverá una iniciativa para poner camisa de fuerza a la libertad de prensa y de expresión.
Esta regresión, esta intolerancia es encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Su confrontación, su discurso agresivo hacia quienes piensan distinto a él, ya sean intelectuales, periodistas o las propias empresas de comunicación.
Todos los días, esta polarización se traslada a las redes sociales donde hordas de seguidores emprenden un linchamiento a voces críticas, las más de las veces sin argumentos, pero plenas de descalificaciones e insultos.
De las expresiones del Presidente resalta el episodio del reclamo que hizo a la revista Proceso en una conferencia mañanera: “No se portó bien con nosotros. No es ningún reproche”, dijo López Obrador a un reportero del semanario Proceso, a lo que éste reviró: “No es papel de los medios portarse bien, Presidente, con alguien”.
El diputado del PT (instituto político que manifestó públicamente su apoyo al presidente venezolano Nicolás Maduro), adelantó que la próxima semana impulsarán una regulación a los medios de comunicación para evitar que sean utilizados como arma de la “derecha” en las elecciones que vienen.
“Luego traemos nuestra agenda de los medios de comunicación, si nosotros no regulamos a los medios de comunicación se van a convertir en el instrumento fundamental de la derecha en el 2021 y en el 2024, solamente ganamos las elecciones, pero no hemos desmantelado los poderes fácticos, no los hemos regulado, ahí nosotros tenemos una propuesta que haremos llegar”, dijo.
El legislador fue más allá, al asegurar con el periodista José Cárdenas (Los medios se tienen que convertir en propagandistas de la información real: Óscar González/Radio Fórmula: https://bit.ly/2LaEFBy) que la verdad primera debería ser la del gobierno federal y no la de intereses económicos o particulares, la información oficial es la que viene del gobierno y es la que los medios deben difundir, agrega.
Textual, dijo: “Buscamos que los medios de comunicación puedan informar a la población todo lo que hace el gobierno, podemos correr el riesgo de que un medio de comunicación pueda servir a algún interés particular y eso no le ayuda a la sociedad.
Vaya retroceso el que promueve el legislador.
Ya bastante tenemos con la polarización que vive el país con el pensamiento autócrata, con las decisiones unilaterales que se toman y se reflejan en una mala marcha económica, como para aceptar una camisa de fuerza a los periodistas y medios de comunicación.
Entre el populismo y el fascismo hay diferencias fundamentales, una de ellas, la tolerancia, el respeto a las libertades, el populismo erige a su líder en un guía iluminado. El fascismo es represor, el disenso está prohibido.
El anuncio del diputado González Yáñez, ¿debe considerarse un paso más en una peligrosa transición de la #4T, del populismo al fascismo? Veremos.