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ACAPULCO, Gro., 27 de julio de 20016.- El ex presidente de México Carlos Salinas de Gortari reapareció en este puerto al impartir una conferencia sobre el ejercicio del poder y sus implicaciones, donde el público lo ovacionó de pie.
Salinas de Gortari participó esta tarde noche en un ciclo de conferencias titulado Era Familiar Princess 2016, organizado por Mundo Imperial del Grupo Autofín.
El ex presidente de México admitió que existe una gran inconformidad social a nivel mundial, que atribuyó a los efectos de la recesión económica de 2008 que fue mal procesada y a los de la invasión de Estados Unidos a Irak, que resquebrajó toda una zona del mundo, la del Oriente Medio.
Dijo que el proceso de desindustrialización mundial ha afectado gravemente a la fuerza laboral de las principales naciones, lo cual ha potencializado la inconformidad social que ha derivado ya en sucesos como el del Brexit en Reino Unido y la candidatura presidencial de Donald Trump en Estados Unidos.
Ante la postura del candidato republicano sobre el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Canadá y México, consideró que siempre es mejor para las naciones enfrentar los problemas unidos que separados y defendió los beneficios que ha traído para el país.
Durante su intervención compartió distintos momentos de su mandato como los procesos de privatización, de renegociación de la deuda y de negociación del TLC. Dijo que los dos momentos más críticos de su periodo fueron los asesinatos del candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio y del secretario general de ese partido, José Francisco Ruiz Massieu.
En alguna parte de la exposición, celebró que no exista la posibilidad de reelección en México y se negó a abordar temas “del presente”, como se refirió a la coyuntura actual que enfrenta el presidente Enrique Peña Nieto.
No obstante no desaprovechó la oportunidad para identificar al populismo como el “enemigo de México”; de referirse a “el otro innombrable” en aparente alusión a Andrés Manuel López Obrador; y de culpar de nuevo a su sucesor Ernesto Zedillo Ponce de León, igualmente sin mencionarlo, por la crisis de 1995 tras el llamado “error de diciembre”.
Durante un intermedio de 20 minutos, previo a la ronda de preguntas y respuestas, Salinas de Gortari se negó a aguardar tras el escenario y bajó a dejarse apapachar por el público compuesto en su mayoría por funcionarios y empresarios, que lo abrazaron, le pidieron selfies y lo siguieron como una nube alrededor del salón de conferencias.