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CIUDAD DE MÉXICO, 23 de julio de 2016.- Diego Saúl Reyna, el hombre que el 4 de abril puso una bandera de México en la Trump Tower, propiedad de Donald Trump, cuyo acto fue celebrado por miles de mexicanos y latinos ofendidos por los dichos del candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, dice a Quadratín México que en tanto el magnate no se disculpe, le prepara otra sorpresa.
“Absolutamente, mi meta es que se disculpe y mientras no me dé una entrevista, las protestas seguirán”, afirma. Reyna de 31 años, chiapaneco de nacimiento, oriundo de Tuxtla Gutiérrez, al cumplir los 17 años se fue a Vancouver, Canadá, donde radica desde entonces.
Entrevistado vía telefónica por Quadratín México, aclara que no se siente héroe, y que es consciente que haber colocado la bandera en el edificio de Trump no cambia las cosas para los migrantes o para nuestro país, pero al mismo tiempo, considera que es una ofrenda simbólica para aquellos que en boca del millonario estadounidense, no son los mejores de México y llegan a Estados Unidos.
Por eso es que cuando estuvo arriba de la torre de 65 pisos, la segunda más alta de Vancouver, sintió alegría.