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ACAPULCO, Gro., 11 de abril de 2024.- El coordinador de los sectores de Cultura y Ciencia de la oficina de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en México, Carlos Tejada Wriedt propuso poner en primera línea la oferta de servicios culturales en el proceso de recuperación económica de este puerto después de la devastación que provocó el huracán Otis.
En declaraciones luego de su participación en un panel durante la 48 edición del Tianguis Turístico, expuso que gran parte de la oferta y los servicios turísticos están basados en la cultura y en el patrimonio y por lo tanto, “sería importante que la actividad turística tenga como uno de sus objetivos, contribuir en la protección y la promoción del patrimonio cultural y la diversidad de las expresiones culturales de los sitios en los cuales se fomenta”.
Subrayó que Acapulco es ampliamente reconocido y persiste en la mente de quienes visitan el país como una ciudad de sol y playa, aunque el turismo y la cultura son actividades que pueden ayudarse mutuamente.
“Los procesos de recuperación económica y de los modos de vida en Acapulco, desde la Unesco creemos que una parte importante para hacerlo es echar mano y poner en juego el enorme patrimonio cultural con el que cuenta Acapulco”, expuso.
Una mirada rápida de Acapulco, explicó Tejada Wriedt, nos lleva a la zona Tradicional, donde se encuentra el Fuerte de San Diego, que es un sitio patrimonial excepcional que no sólo tiene relevancia para la historia de la ciudad, sino para la nacional y el mundo.
“El puerto de Acapulco y el Fuerte de San Diego fue la puerta de entrada de Asia al mundo y fue la primera ruta comercial trasnacional que hubo en la historia. A través de Acapulco han habido y llegaron múltiples expresiones culturales, múltiples productos culturales que después permearon la historia, la cultura y el patrimonio mexicano”, puntualizó.
Caminando más allá del museo, continuó, están en un corredor, el museo de las Ocho Regiones, el de la Máscara, el Histórico Naval; en el Zócalo está la Catedral que es reconocida como monumento de valor artístico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
“Luego la Quebrada, donde tiene vida una de las manifestaciones culturales más importantes de Acapulco, pero creo de todo México, y son los clavadistas, una práctica cultural que da identidad y orgullo a la población acapulqueña”, agregó.
Mencionó que también están la Casa de los Vientos, el paseo de Sinfonía del Mar, el anfiteatro como ejemplo del patrimonio moderno, el Paseo del Pescador como ejemplo de infraestructura urbana, el edificio de los estibadores como ejemplo de patrimonio arquitectónico que “será bueno volver a poner en valor y recuperar”, además del edificio Oviedo.
Subrayó que Acapulco fue cuna, a partir de la década de 1940 y hasta 1980, de la innovación arquitectónica mexicana, la cual debe recuperarse para mostrar a otros segmentos turísticos.