Genio y figura
La importancia del manejo apropiado de los impuestos
El arte de gobernar generalmente consiste en despojar de la mayor cantidad posible de dinero a una clase de ciudadanos para transferirla a otra.
Voltaire (François Marie Arouet) (1694-1778)
En el estado de Guerrero, particularmente en destinos turísticos como Acapulco, los emprendedores y empresarios enfrentan enormes desafíos para mantener a flote sus negocios. En un entorno económico complicado, las políticas públicas juegan un papel fundamental para fomentar la actividad empresarial y estimular el crecimiento económico. Sin embargo, lo que debería ser una herramienta para apoyar a quienes generan empleo y riqueza se ha convertido, lamentablemente, en un ejemplo más de falta de claridad y desvío de recursos públicos: el caso del impuesto sobre hospedaje.
Desde su creación, este impuesto estuvo destinado a fortalecer la promoción turística del estado. Del 3 % inicial, un 2 % se asignaba a promoción turística, mientras que el 1 % restante se dedicaba a la administración del fondo. Aunque esto ya podía ser cuestionado por la falta de transparencia en la gestión, el reciente aumento al 4 % para establecimientos tradicionales y al 5 % para plataformas digitales como Airbnb, lejos de generar más beneficios, parece haber complicado aún más las cosas.
El cambio en la asignación de los recursos recaudados es alarmante: únicamente el 25 % se destina a la Promoción Turística, mientras que el 50 % queda en manos de la Oficialía Mayor de la Secretaría de Finanzas y el otro 25 % a la misma dependencia. La promoción turística, que solía ser la razón principal del impuesto, parece haber quedado relegada al olvido. Este nuevo esquema no solo genera opacidad en el manejo de los recursos, sino que también provoca una disminución en lo recaudado, pues el incremento del impuesto desincentiva a los viajeros y podría desalentar el cumplimiento fiscal.
Para los emprendedores y empresarios de Guerrero, esta situación representa un duro golpe. En lugar de recibir apoyo a través de incentivos fiscales o políticas públicas diseñadas para estimular la inversión y el crecimiento, enfrentan un sistema tributario que parece estar diseñado para complicar su actividad económica. El aumento del impuesto sobre hospedaje podría haber tenido un sentido estratégico si los recursos se utilizaran de manera efectiva en promoción y desarrollo turístico, pero en su lugar, el desvío hacia usos administrativos hace que estos incrementos sean injustificados e ineficaces.
Además, el trato desigual hacia las plataformas digitales como Airbnb, a quienes se les aplica una tasa aún más alta del 5 %, genera un clima de competencia desleal. Estas plataformas han sido un salvavidas para muchos pequeños emprendedores, quienes encuentran en ellas una manera de obtener ingresos adicionales. Penalizarlas con un impuesto más alto no solo afecta su viabilidad, sino que también reduce la oferta turística del estado. El caso del impuesto sobre hospedaje pone en evidencia la falta de planeación y transparencia en la implementación de políticas públicas en Guerrero. En lugar de estimular el crecimiento económico, estas decisiones están generando desconfianza entre los contribuyentes y afectando negativamente la competitividad del estado como destino turístico.
Para revertir esta situación, es crucial que las autoridades reconsideren su enfoque. Primero, se debe garantizar que los recursos recaudados se destinen de manera efectiva a los fines para los cuales fueron creados, priorizando la promoción turística y el desarrollo económico. Esto no solo beneficiaría a los emprendedores y empresarios, sino que también fortalecería la imagen de Guerrero como un destino confiable para turistas nacionales e internacionales. En segundo lugar, es fundamental establecer incentivos fiscales para los pequeños y medianos empresarios, quienes son la columna vertebral de la economía local. Esto podría incluir exenciones temporales de impuestos, créditos fiscales o programas de capacitación empresarial. El objetivo debe ser crear un entorno en el que emprender sea más fácil, no más difícil.
Es necesario mejorar la transparencia en el uso de los recursos públicos. Se deben publicar informes detallados sobre la recaudación y el destino del impuesto sobre hospedaje, y establecer mecanismos de rendición de cuentas que permitan a los ciudadanos supervisar cómo se están utilizando sus contribuciones. El aumento del impuesto sobre hospedaje en Guerrero es un claro ejemplo de cómo las políticas públicas mal diseñadas y mal implementadas pueden causar más daño que beneficio. En lugar de apoyar a los emprendedores y empresarios, estas medidas los están castigando, a la vez que se desaprovechan oportunidades para promover el turismo y fortalecer la economía local. Es hora de que las autoridades tomen decisiones responsables y coherentes que respondan a las necesidades reales de la población. Solo a través de políticas públicas claras, transparentes y efectivas será posible construir un Guerrero más próspero y competitivo. Los emprendedores y empresarios de la región no necesitan más obstáculos; necesitan apoyo, incentivos y un sistema que les permita crecer y prosperar. En un análisis a bote pronto de la ley que crea las nuevas tarifas de impuestos, podemos señalar lo siguiente: El análisis crítico de los impuestos sobre hospedaje, tras la lectura del decreto de reforma de la Ley de Hacienda del Estado de Guerrero, muestra varios aspectos a considerar, ente aspectos positivos y problemáticos.
Las reformas buscan ajustar las tasas impositivas para incrementar la recaudación destinada al fortalecimiento de la infraestructura turística y a la promoción del estado. La incorporación del impuesto sobre “Alojamiento Turístico Eventual” para plataformas como Airbnb podría nivelar la competitividad entre alojamientos tradicionales y digitales, regulando a los actores del mercado informal.
Aunque el objetivo del impuesto era promover y mejorar el turismo, solo el 25 % de los ingresos se destina explícitamente al fideicomiso de promoción turística. El 50 % va a la Oficialía Mayor y el 25 % a la Secretaría de Finanzas para gastos operativos, lo que diluye el impacto del impuesto en los fines promocionales. La subida de tasas (4 % y 5 %) puede desalentar a los operadores a cumplir con sus obligaciones fiscales, especialmente en el mercado de alojamiento digital, lo que puede redundar en una disminución de la recaudación neta. Al aumentar los costos para los operadores, es probable que estos trasladen el costo a los consumidores, haciendo que Guerrero sea menos competitivo frente a otros destinos turísticos que mantienen costos más bajos. No se especifican con detalle mecanismos de auditoría para asegurar que los recursos recaudados sean efectivamente utilizados en infraestructura turística y promoción. Esto puede dar lugar a desvíos o subutilización del presupuesto asignado. Los impuestos incrementados representan una carga adicional para pequeños operadores de alojamiento que podrían no tener margen para asumir estos costos en un mercado competitivo. Modestamente, recomiendo lo siguiente:
Revisar la proporción del destino de los ingresos: Se debería garantizar que un porcentaje más alto de los ingresos por este impuesto se destine directamente a promoción turística, reforzando el atractivo del estado como destino preferido.
Fomentar incentivos y reducción gradual del impacto fiscal: Introducir incentivos fiscales temporales para pequeños empresarios del sector turístico permitiría amortiguar el impacto del nuevo impuesto mientras se fortalece la economía turística local.
Transparencia y rendición de cuentas: Implementar mecanismos claros de transparencia y auditoría pública en el manejo de los recursos recaudados contribuirá a generar confianza entre los contribuyentes y la sociedad.
Evaluar los efectos económicos del impuesto: Un análisis de costo-beneficio del impacto real de las tasas más altas en la competitividad turística y la recaudación total podría ayudar a ajustar las políticas tributarias a futuro.
Atender a los desafíos del mercado digital: Equilibrar las tasas aplicadas a plataformas digitales con las de alojamiento tradicional, asegurando que la carga fiscal no sea desproporcionada, permitirá una competencia más justa y sostenible en el sector.
Este enfoque equilibraría la necesidad de incrementar la recaudación con el estímulo al turismo y el apoyo a los emprendedores locales. Por si esto fuera poco para los empresarios, se ha incrementado el impuesto sobre nómina, desincentivando el empleo. ¿Qué es lo que queremos? ¿Reactivar la industria turística? ¿O darle el tiro de gracia?
Recordemos que solamente Juntos, Logramos Generar. Propuestas y Soluciones.
JLG